Ismael Diadié Haidara
Por su especial interés reproducimos esta carta que Ismael Diadié ha enviado a Desmond Tutu —Premio Nobel de la Paz— con motivo de los desgraciados hechos recientes en Tombouctou.
Ismael Diadié (izquierda)
AAVIB se ha puesto en contacto con allegados de Ismael Diadié para ofrecerse a dar difusión de esta carta y nos la han remitido, con autorización y agradecimiento, traducida al castellano —él habla un castellano perfecto por su antiquísima ascendencia española—.
Redacció AAVIB
Bibliothèque Fondo Kati, BP. 66 Tel. (00.223) 66.66.27.77
Tombouctou - MALI
Al Arzobispo Emérito Desmond Tutu
Ciudad del Cabo
El 23 de noviembre, dos europeos fueron secuestrados en Hombori en la región norte de Mali; en Tombuctú, mi ciudad natal, un turista fue asesinado y otros tres secuestrados por un grupo armado no identificado dos días después, el 25 de noviembre.
No he conocido la paz en mi vida pero no buscó más que la paz. Tenía tres años cuando la independencia de mi país, seis años cuando empezó la rebelión Tuareg, nueve en el primer año de la sequía, doce en el año del cólera, quince en el año de la gran sequía; hasta mis treinta y cuatro años viví bajo un régimen militar, y desde mis treinta y cuatro años, vivo entre las guerras esporádicas causadas por la rebelión Tuareg y una paz precaria. Tengo 54 años y no puedo dormir en paz. En las calles de mi ciudad, hombres perdieron la vida, hombres fueron secuestrados.
Los que matan son mis hermanos, los que mueren son mis hermanos. Todos los hombres son mis hermanos, cualquiera que sea su color, independientemente de su religión.
Pero por desgracia, demasiados muros existen entre los hombres y pocos puentes les unen. Es por eso que fundé, en los años 90, el Hogar Fray Leopoldo con los franciscanos de España para ayudar a las víctimas de la guerra, y también, a las madres y los niños; también es por eso que en el año 2000, inauguré la Biblioteca Fondo Kati que ahora cuenta con 12.657 manuscritos. Estos manuscritos son de mi familia y entre mis antepasados, Arzobispo Emérito Desmond Tutu, hay musulmanes, judíos y cristianos, y yo he querido hacer de esta biblioteca un puente entre culturas y pueblos; el Fondo Kati es un puente hoy en día, pero hay que construir más, y el puente más duradero es el de nuestro amor y nuestras oraciones.
Los que matan necesitan nuestras oraciones tanto como los que mueren en sus manos. Los que matan necesitan nuestro perdón y compasión, necesitan nuestras oraciones y nuestro amor, y las oraciones y el amor son el único medio que tenemos para llevarles al amor y a la compasión. La oración y el amor son la única forma de decirle al mundo que todo hombre tiene en él, como cualquier otro, la dignidad humana, y que ningún hombre puede ser secuestrado o asesinado debido a su religión, su país de origen o el color de su piel, sin dañar la dignidad humana.
Por esto, Arzobispo Emérito Desmond Tutu, quiero organizar en Tombuctú una oración por la paz, en las iglesias y las mezquitas, y quiero organizar esta oración por todas las ciudades de Malí, y en las sinagogas, iglesias, y mezquitas de otros lugares.
Esto es lo que me lleva a Ud. para pedirle una carta de apoyo y una oración aquí en Ciudad del Cabo para la Paz en Tombuctú y el resto del mundo. Mis deseos de paz,
Ismael Diadié Haidara