8/1/12

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Fotografía de Steve Mccurry. Retrospectiva (Casal Solleric)
La Catedral, el Castell de Bellver o CaixaFòrum baten récord de visitantes en 2011, un año marcado por los recortes en los presupuestos de Cultura pero con cifras que en muchos casos superan las de 2010, una tendencia que se repite en España y en el resto de Europa

M. ELENA VALLÉS. DIARIO DE MALLORCA 
Confirmado. No hay que darle más vueltas ni hacerse cruces. El arte y cualquier manifestación cultural que emane de un museo o un monumento despierta atracción entre los ciudadanos. La cultura interesa, gusta, atrae. Algo que no está yendo de la mano de los presupuestos de las instituciones que la albergan. Un hecho del que no parecen darse cuenta ni los políticos ni muchos sectores económicos de la población. 

En Mallorca, las cifras de 2011 han sido estupendas. Algunos de los centros más destacados de la isla han alcanzado en total dos millones de visitantes, aproximadamente 200.000 más que el año anterior. Y todo a pesar de haber padecido recortes de en torno al 15% en su presupuesto. Un ajuste que se suma al que ya sufrieron en 2010 y que indefectiblemente se nota en las programaciones. Sin embargo, los directores de los museos isleños han sabido superar el envite de la crisis ajustando de otras partes para mantener la oferta expositiva en un alto nivel.



La tendencia a consumir más cultura no se da únicamente en la isla, pues es un patrón que se repite en la Península: el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía han batido récords y han sumado siete millones de visitantes. Pero también en el resto de países de Europa (ese gran museo viejo para continentes con menos historia). Es el caso por ejemplo de la Casa Museo de Anne Frank en Ámsterdam, que en 2011 superó su máximo con 1.104.233 visitantes. Amén de este cambio en los hábitos de consumo cultural, la consolidación de la difusión en las redes sociales e internet y un aumento de las visitas escolares han sido cruciales en esta subida.


La Catedral y su museo registraron el año pasado un máximo histórico alcanzando las 910.000 visitas. "Es la cifra más alta que hemos tenido en los últimos cinco años", indicó el gerente José Capote. Los tesoros de la Seu, la intervención de Miquel Barceló así como la instalación de una réplica del tornavoz de Gaudí son los motivos de esta subida. "Tenemos un buen plan de marketing también. Por otra parte, la Catedral es accesible, un icono. Cada vez se anuncia más en distintos lugares, hacemos actividades culturales y visitas guiadas", continúa Capote. "Ni siquiera cuando se inauguró la capilla de Barceló registramos estas visitas", matiza.


Es Baluard sería de nuevo el museo con mayor respaldo social de la isla. Con las cifras definitivas aún por cerrar, su directora, Cristina Ros, indicó que "probablemente terminamos el año con un ligero descenso de los visitantes, esto es, con aproximadamente unos 350.000", una cifra inferior a los 378.267 del año anterior pero que sigue siendo muy superior a la de 2009. "Es Baluard está muy consolidado en Palma, en la red de centros culturales y museos de España, pero también está asentado en la ciudadanía; por ejemplo a través del trabajo que se ha realizado en colaboración con distintas asociaciones, o por sus actividades educativas", explicó Ros. Por otra parte, recordó algunas de las muestras que han pasado por sus salas, algunas de ellas consiguiendo eco internacional. Entre ellas, están Signatures de Christian Boltanski, Pintar la literatura de Eduardo Arroyo, o Handwork de Los Carpinteros, con obras de la Thyssen-Bornemisza Art Contemporary Collection. 

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