Tarde caliente en el Ministerio de Cultura. Mientras el sector se levanta en armas contra el hachazo del IVA, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha convocado esta tarde a todos los directores generales del ramo y a representantes de las instituciones independientes más importantes como El Prado, El Reina Sofía o la Biblioteca Nacional para abrir un capítulo más en el interminable diario de recortes. Más de uno ha acudido a la reunión con el temor de que el encuentro desembocase en un hachazo histórico para el ejercicio de 2013. Pero el objetivo estaba fijado en este mismo curso. A estas alturas, a mediados de julio, el Minsiterio de Cultura recortará 20 millones de euros más en el año 2012.
Ha sido una tarde movida, porque a primera hora Lassalle había convocado a representantes del mundo del cine (distribuidores, productores y exhibidores), que le expusieron sus quejas por la subida del IVA (del 8% al 21%). De hecho, muchas voces piden la rectificación de una medida con la que, sostienen, se reducirán los ingresos y la recaudación y provocará lo contrario de lo que se pretendía. Se espera la visita de los profesionales del teatro para hablar del mismo asunto.Después de los representantes del cine, casi dándose el relevo en el pasillo, ha llegado el equipo de directores generales: el de Bellas Artes, Jesús Prieto de Pedro, la de Industrias Culturales, Teresa Lizarazu, la de la Bibilioteca Nacional, Glòria Pérez-Salmerón, el del INAEM, Miguel Ángel Recio y la del ICAA, Susana de la Sierra. También el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja Villel, y el gerente del Museo del Prado. No ha habido representación del Teatro Real. La petición fue muy clara: hay que recortar de donde sea 20 millones más de euros.
Algunas instituciones, como El Prado o el Reina Sofía, ya no pueden hacer demasiados esfuerzos porque tienen comprometido prácticamente todo el dinero. Aun así, se espera que puedan reducir alrededor de unos 300.000 euros cada uno. Durante la reunión, que ha durado más de dos horas, se han revisado capítulo por capítulo los gastos de cada dirección general. La que mayor recorte recibirá será Gerencia de Infraestructuras, que es la que tiene menos partidas comprometidas. El resto deberá buscar en cada rincón de su presupuesto. Nadie protestó. Probablemente porque la mayoría forma parte del equipo de Lassalle, que según algún asistente, ha estado muy amable y conciliador en sus peticiones.
Fuentes de las instituciones afectadas valoraron el gesto de Lassalle de recortar partida a partida y no de una forma lineal. En cualquier caso, el revuelo que se ha formado en el ministerio es la antesala de lo que se avecina con el mundo de la cultura levantado en armas.