11/7/12



10 proyectos de arte y geolocalización

Por Pau Waelder
El rápido desarrollo de los medios de transporte a lo largo del siglo XX, junto con la cada vez mayor concentración de la población en las ciudades, ha traído consigo una mayor conciencia de la localización geográfica, ya sea por la mayor movilidad de las personas o por la conveniencia de conocer mejor un territorio acotado pero complejo como es la propia ciudad. Ya a mediados del siglo XIX, Baudelaire otorgaba un significado especial a la acción de pasear por la ciudad y afirmaba que el artista debía ser un "botánico de la acera". Con esta afirmación intuía ya que la ciudad se convertiría en una gran máquina de organizar personas, a las que asigna lugares en los que vivir, trabajar y relacionarse. El artista debe mantenerse fuera de este flujo y observarlo, o tal vez subvertirlo, como propone en 1958 Guy Débord con su Teoría de la Deriva, inspirado por las investigaciones del sociólogo Chombart de Lauwe, publicadas en 1952 bajo el título Paris et l'agglomération parisienne.
En las últimas décadas, la aparición y posterior difusión masiva de sistemas de localización como el GPS, facilitan que diversos artistas empleen la geolocalización para crear proyectos artísticos y de investigación que en muchos casos se inspiran en las ideas de Débord y proponen otras formas de cartografiar la realidad cotidiana.  Con diferentes planteamientos, los proyectos que presentamos a continuación (en orden cronológico), ejemplifican algunas de las maneras en que se pueden crear mapas de un espacio real empleando las nuevas tecnologías:


Michael Naimark – Aspen Movie Map, 1978-80
Este mítico proyecto, desarrollado a finales de la década de los 70 por el artista e investigador Michael Naimark y un nutrido grupo de expertos del MIT, supone un claro predecesor del ahora mundano Google Street View. Por medio de una serie de cámaras de 16mm y un giroscopio, colocados en el techo de un coche, los investigadores crearon un mapa visual de la ciudad de Aspen, en Colorado. Un dispositivo tomaba fotos cada 3 metros a medida que el coche recorría las calles de la ciudad. Las fotos eran procesadas y posteriormente incluidas en un programa que permitía navegar virtualmente por la ciudad. El sistema original empleaba varios laserdiscs, un ordenador, y una pantalla táctil.


Masaki Fujihata – Field-Works, 1992- 2010
Fujihata desarrolla a lo largo de casi dos décadas varios proyectos en la serie "Field-Works", que consiste en crear un archivo en vídeo combinando las tomas con los datos de su localización exacta obtenidos con GPS. En los diferentes proyectos, el artista se desplaza a lugares geográficos que explora con la participación de habitantes locales (nativos e inmigrantes), a los que entrevista para añadir a su archivo la memoria de aquellas personas, vinculada al lugar en el que se encuentran. Los vídeos así obtenidos se disponen en una interfaz que los muestra en un espacio generado en 3D, un mapa navegable en el que cada vídeo se dispone como una pantalla flotante en el punto en que fue grabado.


Blast Theory, Can You See Me Now?, 2001
El proyecto de Blast Theory ha gozado de una gran popularidad desde que fue presentado y en cierto modo marca el punto en que los proyectos de geolocalización empiezan a darse a conocer e influir en un número cada vez mayor de artistas, que empezarán a trabajar con dispositivos GPS. Can You See Me Now? es un juego para varios jugadores que se desarrolla tanto en la calle como en un espacio virtual. Por una parte, los usuarios que acceden a la interfaz online juegan en una ciudad virtual, mientras en la ciudad real los participantes del equipo de Blast Theory (equipados con ordenadores portátiles y dispositivos GPS) tratan de perseguir a los jugadores virtuales basándose en su posición en el mapa.


Christian Nold – Biomapping, 2004
En los últimos años, Nold ha desarrollado un sistema para visualizar las reacciones de las personas a su entorno y situarlas en un mapa: en un taller de formación, una serie de participantes son invitados a explorar su entorno cotidiano (el barrio, la ciudad) con un dispositivo creado por Nold que capta sus reacciones emocionales al encontrarse en un lugar determinado. Combinando la información del usuario con su localización geográfica, se crea un mapa en el que pueden visualizarse los lugares que suscitan mayores reacciones. El artista ha creado ya diversos "mapas emocionales" con la participación de cientos de personas.

Thorsten Knaub – GPS Diary, 2004
En 2003, Knaub llevó consigo un dispositivo GPS cada día mientras realizaba sus tareas cotidianas. De esta manera, obtuvo un gráfico en el que se recogen todos sus movimientos a lo largo de esos 365 días, que presenta como un conjunto de líneas de colores sobre un fondo negro, que parten de un punto central (su casa) y se proyectan en diferentes direcciones. El artista ha dispuesto todos estos datos en forma de diario, en una interfaz que permite al usuario ver el recorrido de cada día por separado, además de la imagen que resume sus movimientos a lo largo de aquel año.


Antoni Abad – Canal Accessible, 2006
En numerosos proyectos, Abad ha trabajado con tecnologías que están al alcance de prácticamente cualquier ciudadano (principalmente, los teléfonos móviles) y ha desarrollado con ellas formas de visualizar las experiencias cotidianas de diferentes grupos de personas, particularmente aquellas en estratos marginales de la sociedad. En Canal Accessible, propone a 40 personas discapacitadas que fotografien con sus teléfonos móviles cada obstáculo que encuentren en las calles. Estas fotos son enviadas a un sitio web creado por el artista, en el que se muestra el mapa de la ciudad inaccesible a los ciudadanos con movilidad reducida.


Grégory Chatonsky – Vertigo@Home, 2007
Este proyecto emplea una herramienta de cartografía urbana de uso cotidiano, Google Street View, para crear una forma alternativa de narrar una historia. Chatonsky reproduce el film Vertigo (Alfred Hitchcock, 1958), cuya acción tiene lugar en San Francisco, recorriendo los mismos lugares por los que se desplaza el protagonista, per emplea para ello únicamente el servicio de Google.


Conor McGarrigle – JoyceWalks, 2008
JoyceWalks se presenta como una "herramienta psicogeográfica" que genera mapas con los que seguir los pasos de los personajes de la novela Ulises, de James Joyce, en cualquier ciudad. Famosa por su detallada descripción de Dublin, hasta el punto en que el propio autor afirmaba que la ciudad podría reconstruirse a partir de su novela, Ulises inspira una celebración anual en la que los fans de Joyce recorren la ciudad visitando los escenarios principales de la historia. McGarrigle propone celebrar esta misma tradición en otras ciudades, de manera que se pierde la conexión lógica entre el lugar físico y el que describe la novela. Desde su creación, el proyecto ha reunido más de 600 paseos en unas 70 ciudades del mundo.


Compass Phone es un proyecto de diseño que propone una "experiencia poética con los dispositivos móviles de comunicación". Preguntándose si un teléfono móvil es una herramienta de control o una "correa digital" que nos une a otra persona, Yoo ha creado dos dispositivos que muestran en todo momento la distancia que les separa y también marcan la dirección en la que se encuentra su gemelo. De esta manera, dos personas pueden saber en todo momento a qué distancia están la una de la otra y en qué dirección desplazarse para volver a encontrarse.

El colectivo de artistas Transnational Temps emplea las nuevas tecnologías y una dinámica participativa para tratar temas relacionados con el medio ambiente y la vida animal en nuestro planeta. En Safari Urbis invitan a los ciudadanos a "cazar" ejemplares de fauna salvaje que se pueden encontrar en la ciudad en forma de logotipos, dibujos, fotos y objetos cotidianos. Mediante un taller que se lleva a cabo con escuelas, los artistas crean un mapa de la "fauna" de la ciudad y nos llevan a concienciarnos sobre nuestra relación contradictoria con la naturaleza.