21/6/11

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Angel Pascual Rodrigo
Tal como anunciamos, publicamos ahora un resumen de nuestra entrevista del 8 de junio con Joana Mª Palou, directora del Museo de Mallorca.
El encuentro se planteó en el marco de nuestra ronda de contactos con otras entidades. En este caso había un interés especial por el misterio del quasi-cierre del Museo y la escasez de noticias al respecto.
Nuestro interés como artistas de nuestro tiempo no excluye el interés por el arte del pasado, en especial por el relacionado con nuestras islas, pues el museo guarda obras de notable valor artístico junto a otras de valor más arqueológico.
Planteamos unas simples preguntas aclaratorias.
P.: ¿A quién corresponde la titularidad y la gestión del Museo?
R.: Es de titularidad estatal y de gestión autonómica. Los gastos extraordinarios —como las actuales obras de restauración— corresponden al Estado y el día a día —personal incluido— corresponde al Govern de les Illes Balears. Pero “el uno por el otro…”, nuestro presupuesto no llega a la sexta parte del de Es Baluard.
P.: El Museo está prácticamente cerrado ¿desde cuándo? ¿por qué? ¿hasta cuándo?
R.: El Museo nunca ha cerrado sus puertas, están abiertas a pesar de las obras y siempre hay expuestas algunas muestras testimoniales que van variando. Pero es cierto que el grueso de las colecciones está cerrado en almacenes a causa de las obras de restauración del edificio, que comenzaron a finales de 2002. La situación del edificio era excesivamente precaria. Resultaba absolutamente necesario rehacer el tejado, cambiar toda la carpintería, el sistema eléctrico, la climatización, etc. Además era necesario replantear el concepto museológico. Esperamos que a partir de finales del 2012 podamos comenzar a reabrirlo gradualmente.

 
P.: ¿Qué percepción te parece que tiene el público respecto al Museo?
R.: Somos conscientes de que prácticamente no existe percepción. Pero nuestros medios son muy precarios y nos es muy difícil compensarlo. No obstante, hacemos esfuerzos continuos como “la pieza del mes” o los encuentros en el patio del edificio. La Associació d’amics del Museu de Mallorca cuenta con un gran número de
asociados fieles y entusiastas. Pocos saben que nosotros fuimos quienes celebramos por primera vez en Mallorca el “Día de los Museos”, en 2003.
P.: ¿Qué importancia tienen para ti las cifras de visitantes en los museos?
R.: En una ocasión alguien me dijo que con una cifra tan exigua de visitantes deberíamos cerrar el museo. Le mostré entonces una pequeñísima parte del millón de piezas que conservamos y se quedó pasmado. Entendió que el valor intrínseco de lo que guarda el museo está muy por encima del interés que pueda causar entre un público eventual.

Hablamos después de otros temas, coincidiendo en muchos de ellos: La necesidad de una distribución coherente en las acotaciones de colecciones en Palma, la coordinación entre todas ellas para configurar una red en la ciudad como Museo Global, la necesidad de enlazar Es Baluard con la Fundació Miró para mostrar unas obras más representativas y dignas del artista con mayor proyección de las Baleares, etc.
Y terminamos con una privilegiada visita a algunas de las extraordinarias piezas que están ahora en el almacén provisional.
Nos quedamos un buen rato contemplando su famoso Sant Bernat, con sus extraordinarios valores incluso desde el punto vista contemporáneo. Al contemplar la parte frontal le comenté la teoría publicada recientemente de un profesor ruso acerca de la visión monocular de cíclope que, según él, impuso la perspectiva científica en el renacimiento y que la fotografía ha terminado de sellar. Los artistas premodernos miraban con más de un ojo.
Y ahora, al recordar aquella conversación, pienso en que algunos artistas como Picasso o Modigliani casi recuperaron la mirada binocular a causa de la crisis que provocó la fotografía en la pintura. Ellos recuperaron grandes logros de estilo que ahora estamos volviendo a olvidar por la última supremacía de la fotografía.