Por cuarta ocasión se presenta una colección formada por obras recientes de los cuatro artistas coahuilenses integrantes de la Familia Cerecero, la cual nos muestra un interesante contraste generacional entre cuatro estilos, cuatro escuelas, cuatro épocas, representadas por las 53 obras que integran esta exposición.
Esta presente el trabajo de Eloy Cerecero con el trazo y colorido heredado de la escuela mexicana de pintura; Alejandro Cerecero participa con obra que delata sus influencias y caminos pop-Avant garde; Adriana por su parte nos enseña un arte sin fronteras con propuestas contemporáneas de ultramar mientras que Gabriel irrumpe con sus hallazgos y descubrimientos, con sus rutinas y creaciones imaginarias.
Apostarle al arte, es una ley antigua y común en esta familia, quienes de manera particular cada uno ha realizado labor de convencimiento e influencia en Pro del desarrollo de las artes en general. Sus aportaciones notables se sitúan también en áreas como la docencia, la dirección artística, la arquitectura, la decoración, la escenografía, el diseño gráfico y editorial, la curaduría y la investigación donde siempre está presente el interés por esta disciplina.
Veamos pues estas telas, estos trazos, estos temas y, meditemos; ¿pueden estas obras unir manos y pensamientos? ¿pueden unir miradas y visiones? ¿pueden acercarse a nuestros propios recuerdos y sueños? ¿Es el arte una alternativa de nuestro tiempo?
