23/4/12

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Angel Pascual Rodrigo -  23/04/2012
Quiero sumarme a los homenajes a su figura. Su dilatado papel en la historia del Arte de nuestro país fue fundamental, no sólo fue el impulsor crítico del primer grupo y primera exposición de abstracción en España, sino que mantuvo su apoyo al arte contemporáneo y oriental durante toda su vida, como explica el artículo de abajo.
Hace unos días comentaba con un amigo una anécdota de don Federico: En una de sus clases de la Facultad interrumpió a una alumna que daba una explicación muy académica sobre unas obras de arte, le dijo «señorita, usted no ha dicho en ningún momento si esas obras le gustan o no». 
En lo personal, don Federico fue quien nos dio el primer espaldarazo académico a «los hermanos Rodrigo», dando cabida a nuestra primera «individual» en la galería ATENAS de Zaragoza el mismo año en que él la abrió, en 1972, hace exactamente 40 años. Ver un texto suyo al respecto.
 
Federico Torralba Foto:EL PERIÓDICO
El profesor y catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza, así como decano de los historiadores y críticos de arte españoles. Federico Torralba, falleció ayer a los 98 años de edad.
Medalla de Oro de la Ciudad de Zaragoza, Premio Aragón de las Artes y Medalla de Oro de la Institución Fernando el Católico de Zaragoza, Torralba era uno de los mayores expertos de Goya y su pasión por el arte oriental le llevó a poseer una extensa y valiosa colección que había donado al Museo de Zaragoza, centro donde había una pequeña sala dedicada exclusivamente a su colección. En la misma se puede ver, en tres apartados, 130 piezas de esa colección que está compuesta por más de mil y una biblioteca especializada de más de dos mil. Está considerada, a día de hoy, una de las más representativas del arte oriental. Por todo ello, en el 2008, Japón le entregó la Orden del Sol Naciente.

Torralba impulsa como crítico el grupo Pórtico (autores de la primera abstracción española de 1947 a 1952) junto a Santiago Lagunas, Eloy Laguardia y Fermín Aguayo. 

Académico de Bellas Artes de San Francisco y de San Luis, fue nombrado en 1952 director de la sección de Arte de la Institución Fernando el católico, pero, antes, el 11 de octubre de 1949 presenta el primer Salón de Arte Aragonés Contemporáneo con pintura no figurativa (junto a sus compañeros del grupo Pórtico). Un hito ya que era la primera muestra oficial de esta tendencia en España. También tuvo su papel como galerista ya que dirigió Kalós (fundada en 1963) y Atenas (1970), ambas junto a Antonio Fortún en dos etapas distintas. Dos galerías fundamentales en el apoyo a los jóvenes promesas pero, sobre todo, en la llegada a la capital aragonesa de diferentes tendencias artísticas de vanguardia desconocidas hasta la fecha. En el haber de Torralba está, por ejemplo, haber organizado la primera exposición de Picasso en Zaragoza.

Torralba, como gran experto en Goya, escribió varias publicaciones sobre el pintor de Fuendetodos, en algunas de las cuales defendía la madurez del pintor en el mural de La Cartuja de Aula Dei, obra que, por aquel entonces, no era muy conocida ya no en España, sino incluso en Aragón. Además, fue el comisario de la exposición que se organizó con motivo del 250 aniversario del nacimiento del pintor.

Con respecto a su faceta académica comenzó en 1941 como profesor ayudante en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza en una estancia con el catedrático entonces José Camón Aznar, antes de que en 1956 obtuviera el doctorado. Fue profesor auxiliar hasta que en 1958 se reincorporó Francisco Abbad. En 1965 fuera nombrado catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, en 1970 de Salamanca y, dos años más tarde, de la Universidad de Zaragoza, a la que se reincorpora tras el fallecimiento de Francisco Abbad (precisamente a aquel catedrático al que sustituyó hacía entonces casi 20 años. Aquí, en la cátedra de Zaragoza es donde ejerció Torralba hasta que se jubiló en 1983 aunque continuó como profesor emérito. Era, hasta ayer, el único superviviente de una generación de catedráticos de arte que incluía a José Camón Aznar, Francisco Abbad, Julián Gállego y Santiago Sebastián.

En el libro Pintura contemporánea aragonesa (publicado por Guerra Editorial en 1979) repasa con lenguaje académico su labor como crítico de arte e impulsor de premios de pintura, entre los que hay que incluir el San Jorge (de la Diputación Provincial de Zaragoza), así como de galerista transgresor con un espíritu que le llevó a fomentar experiencias artísticas en forma de grupo como Azuda 40. Un año antes, en 1978, le encargaron que realizara el apartado dedicado a la pintura de la ambiciosa Historia del arte hispánico. El siglo XX, editada por Alhambra.