30/4/12

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Andrés Merino | Revista de Arte – Logopress
Las encuestas más difundidas, convenientemente cocinadas por gabinetes demoscópicos y empresas de marketing, han impuesto en las actuales sociedades de consumo una interesante preferencia por el verde o el rojo, colores de moda y en la moda desde hace decenas de siglos. Pero hoy en día, la mayor parte de los europeos se siente cómoda con el azul en gran parte de su entorno psicológico, visual, individual. En azul predomina en el cielo mediterráneo que buscan para sus vacaciones, en los uniformes de los pilotos y azafatas de los aviones que les conducen a sus destinos, del personal que les atiende en hoteles y congresos… El azul es, sin duda, el color que ha triunfado y define la época contemporánea, incluso en los símbolos que huyen de lo ideológico de las grandes organizaciones supranacionales, como la ONU, la UNESCO o la propia Unión Europea… Michel Pastoureau, historiador y experto en simbología y heráldica, autor de Breve Historia de los Colores, nos propone ahora un volumen específico sobre el que piensa que ha triunfado tras la modernidad: “Azul. Historia de un color”, es el relato de la evolución cultural, de la transición de los usos sociales de un color rotundo que partió de una situación nada fácil.
En las más conocidas civilizaciones clásicas, Grecia y Roma, el azul era considerado un color anodino, incluso desagradable. No es extraño que pasara el primer milenio de la Era Cristiana pasara para una tonalidad tan difícil de reproducir en telas y vestidos sin pena ni gloria. Parece lógico que el autor exponga su ausencia de los colores litúrgicos medievales, así como su tímida aparición como color nuevo hacia el siglo XI, precisamente de la mano del auge de la devoción a la Virgen y las representaciones pictóricas marianas, en las que el manto de Nuestra Señora comienza es representado canónicamente azulado. De ahí, el salto fue formidable, y Pastoureau expone con honradez la dificultad del historiador al precisar si fue un progreso técnico o un puntual descubrimiento químico de colorantes lo que permitió a los tintoreros occidentales lograr lo que no habían podido conseguir sus antepasados durante siglos: teñir paños de un magnífico color azul. Un azul denso, sólido, profundo, luminoso.

A partir de entonces, el azul se opuso al rojo. Se convirtió en un color “ejemplar”, participando activamente en la batalla iconográfica a la que dio lugar la Reforma en el mundo del Arte, cuando los pintores protestantes abanderaron extraños monopolios de austeridades cromáticas. Durante el barroco rivalizó con amarillos, oros, siendo potenciado como medio pedagógico de libertad estética, naturalidad y visión abierta del mundo. Reinos y países como Francia, sus dinastías, lo tomaron como visualización oficial de su existencia, fondo para sus símbolos de majestad en pleno XVIII, y un siglo después tomaría la bandera del Romanticismo y los elementos más profundos de la psicología tan de moda. Tales pinceladas nos acercan al brillante discurso de una obra breve pero entretenida, bien escrita y con muchas y sugerentes ideas para reflexionar sobre ese azul que no es sólo un color.

“Azul. Historia de un color”
Michel Pastoureau
Madrid, Paidós, 241 pág.
ISBN: 978–84–493–2367–6