30/6/12

¿Por qué Jeff Koons es más caro que Rembrandt?




Atentos a estas dos imágenes. La de apertura es uno de los famosos corazones colgantes de Jeff Koons (con su, para algunos, carga de profundidad de cursilería), mientras que la que aparece un poco más abajo es un vibrante retrato de Rembrandt perteneciente a la colección de Pieter y Olga Dreesmann. El primero se vendió en 2007 por 23,5 millones de dólares (19 millones de euros), el segundo sale a subasta por ocho millones de libras (cerca de diez millones de euros) el próximo 3 de julio. Pero, ¿por qué se paga el doble por un artista sin consagrar –cuyo trabajo despierta no pocos recelos– antes que por un maestro como Rembrandt? ¿Por qué Damien Hirst o Murakami son más caros que dos nombres incuestionables como, pongamos por caso, Tintoretto o Zurbarán?



Rembrandt Harmensz van Rijn. Hombre con gola. Se subastará el 3 de julio en la sala londinense de Christie's. Estimado: 8.000.000- 12.00.000 de libras. Foto: cortesía de Christie's.
Pues hemos trasladado estas preguntas a varios expertos y han trazado su particular respuesta a este enigma.


"Principalmente hay dos factores", explica Carlos Urroz, director de ArcoMadrid. "La mayoría de los coleccionistas son más empáticos con el arte de su época, de sus contemporáneos, puesto que se trata de temas que les son familiares o utilizan una iconografía que les resulta reconocible. Además coleccionar creadores vivos y de tu entorno significa contribuir al desarrollo del tejido cultural". Y añade: "Existe también un factor de revalorización de la obra, ya que el incremento del precio del arte contemporáneo ha sido sensiblemente superior al del arte antiguo y clásico".
Pero hay más miradas…

Zurbarán. Manzanas en una cesta de mimbre. 81,3 x 109,2 cm. Se subastará el 3 de julio en la sala londinense de Christie's. Estimado: 2.500.000- 3.500.000 de libras. Foto: cortesía de Christie's.
"Que Damien Hirst o Jeff Koons valgan más que muchos grandes maestros de la pintura antigua se debe a un interés creciente de los compradores de países con economías emergentes por el arte contemporáneo, en detrimento de obras clásicas", reflexiona Eduardo Bobillo, responsable de arte contemporáneo de Alcalá Subastas. E introduce una idea interesante: "Los temas fáciles del nuevo arte pop de Koons y Hirst se asimilan en esos mercados con mayor facilidad que los religiosos católicos o mitológicos de la pintura antigua".
"El mercado de los maestros antiguos ha mostrado una gran estabilidad. A largo plazo ha ido creciendo continuamente, a la vez que un número cada vez mayor de coleccionistas compite por una oferta finita de obras de unos artistas que ya forman parte de la historia del arte", apunta Richard Knight, codirector del departamento de maestros antiguos y del siglo XIX de Christie's. "Además, la rareza de piezas, como por ejemplo el constable [se refiere a La Esclusa, perteneciente a la colección de la baronesa Thyssen, que se subasta el 3 de julio], significa que probablemente un coleccionista solo tenga una oportunidad en su vida de adquirir una obra de tanta importancia, y sin duda la aprovechará".
Damien Hirst pulveriza al índice bursátil S&P 500, pero su "cotización" sufre

(En principio, los números cuentan que es más rentable "invertir" en Damien Hirst que en el índice Standard & Poor's 500. Sin embargo, las ventas globales de Hirst, que históricamente han superado a las de Jeff Koons, muestran debilidad y volatilidad). Fuente: Artnet.
Ahora bien, y la especulación, tan presente en otros bienes, ¿hasta qué punto es responsable de esta diferencia?


"Ha habido, y sigue existiendo, una especulación desaforada en el arte contemporáneo. Artistas muy jóvenes rápidamente consiguen unas revalorizaciones que superan incluso la de maestros clásicos. Es algo increíble", admite el coleccionista Paco Cantos. Y añade: "Además se está dando un hecho inaudito. Los catálogos de las subastas están llenos de obras que se revenden apenas un par de años después de ser creadas. Antes esas piezas hubieran necesitado al menos una década para llegar a la reventa".

Jean-Etienne Liotard. Mujer pensativa en un sofá. 8,8 x 9,7 cm. Se subastará el 3 de julio en la sala londinense de Christie's. Estimado: 400.000- 600.000 libras. Foto: cortesía de Christie's.
Otro coleccionista, Juan Bonet, expone sus razones. "La diferencia principal es que los artistas emergentes contemporáneos en realidad no se les valora como creadores si no como una marca (Koons, Murakami, Warhol, Hirst), por lo tanto lo que los "coleccionistas-inversores" ven es la marca, de ahí que con la ayuda de las grandes galerías y casas de subastas los precios vayan subiendo". Y avanza: "Una galería nunca dejará que los precios de su artista estrella bajen. Un creador muerto hace 200 años y del que no hay stock de obras, ¿a quién le interesa que suban los precios? ¿No sé si me explico?" Alto y claro.


Foto de apertura. Cortesía de Artnet. Jeff Koons. Hanging Heart (Magenta/Gold).1994-1996.