16/8/12

Publicado en Cultura Colectiva

Por: Mariana Sánchez

@marsmancuspia

El mundo está hecho de conceptos, definiciones y explicaciones sobre lo que existe. El objeto existe como materia pero no es hasta que se le nombra cuando adquiere una connotación, un significado y toma forma en el mundo de las ideas.





El arte cambió por completo a partir de Duchamp: su mayor aportación fue la introducción del lenguaje al arte; las palabras, el objeto y las ideas generadas a partir de su relación se convirtieron en la obra. Las piezas artísticas dejaron de ser sólo “objetos bonitos” para apreciarse. Desde ese momento el arte se debía pensar.





Joseph Kosuth, artista norteamericano activo entre mediados de los 50, exploró una nueva función en el arte a partir de las idea de Duchamp sobre el ready made, el estructuralismo francés y de las teorías del lenguaje que surgían en los años 60, de ellas toma el “giro lingüístico” (las ideas, reflexiones, análisis y estructuras que se dan a partir del lenguaje) como parte de la obra de arte. Esto lo hace a partir de una postura crítica para acercarse a las obras, ya que quiere dejar de hacer “arte como un objeto decorativo”.





One and three chairs
(Una y tres sillas) de 1954, es la primer instalación conceptual. En ella se presentó una silla, la fotografía de la silla y la definición de silla. El título podría ser ambivalente, sin embargo al confrontarlo con la obra es claro: hay una silla (el objeto que conocemos por ese nombre) y tres sillas (el objeto, su representación y su definición de diccionario: el concepto).


La silla por sí misma no significa mucho, es sólo un objeto de uso cotidiano que puede materializarse de diferentes formas, sin embargo a lado de la fotografía cambia, pues la idea que cada persona tiene sobre una silla puede ser totalmente diferente aunque la función sea la misma. La definición de silla limita el concepto de lo que se puede considerar acerca de ese objeto.





La silla, su representación y definición nos refieren al mismo concepto, pero la idea de “silla” en el contexto de la instalación está dirigida a un objeto en específico.









Lo que hace Kosuth es una reducción de la obra de arte a palabras e ideas que se convierten en conceptos impuestos sobre la realidad inmediata. La obra de arte es equivalente a una idea; el problema del arte a partir de este momento es el cómo se materializa una pieza a partir de un sistema lógico (el lenguaje y los conceptos) que ofrece una verdad: es innegable y no hay múltiples interpretaciones.




Four colors four words (Cuatro colores cuatro palabras) realizada en 1965, pieza hecha con luz neón en la que 4 colores y 4 palabras son el contenido de la obra. Kosuth eliminó la subjetividad conceptual en la pieza, inclusive lo que se podría pensar como una cuestión personal en la elección del color y los materiales industriales, no ofrecen otro tipo de significación o contenido: son focos neón de cuatro colores diferentes.





Las aportaciones más importantes de Joseph Kosuth al arte fueron la introducción de materiales industriales novedosos y tecnológicos, a la par que implantó de manera formal en el arte la cuestión de “conceptos” a partir de un aparato crítico y teórico (en Art after Philosophy de 1969, deja todas sus ideas sobre arte) que apuntó hacia un nuevo rumbo: la desmaterialización de la obra de arte al concebirlo como un concepto.






En este contexto, la obra de arte se convirtió en una reflexión sobre sí misma y sus posibilidades. La única herramienta para hablar de ella son los conceptos e ideas acerca del objeto, lo que colocó al arte en problemas y en una serie de preguntas sobre sí mismo, pues se comenzó a cuestionar sus principios, su función, sobre lo qué es y qué no es arte.