10/4/13

el cultural

La jugada ha salido bien. Más que bien, de hecho. La idea la lanzó la comisaria Virginia Torrente en 2011, buscando abrir un espacio de trabajo conjunto entre galeristas, comisarios y artistas, los tres protagonistas del proyecto llamado Jugada a 3 bandas (Ja3b). Entonces fueron 14 las que se unieron a la idea, 16 los comisarios y más de 40 artistas los que llenaron Madrid de expectativa y entusiasmo. Había urgencia de hacer cosas y dinamizar un contexto ya tocado por el bajón de la crisis. Un año después, en 2012, Ja3b fue un poquito más allá. Las galerías participantes se ampliaron a 16 y se sumaron dos espacios independientes, en los que trabajaron hasta 23 comisarios. Además, invitó a un país, Portugal y algunos de sus artistas vimos por la capital, y consolidó la idea de gallery weekend.


Ahora, la tercera edición de Ja3b suma más novedades. De la organización se encarga la asociación Hablar en arte, que ha trabajado conjuntamente con otro colectivo, Azotea, formado por los comisarios Juan Canela y Ane Aguirre, encargados de organizar Jugada a 3 bandas en Barcelona. En total son 30 las galerías que participan de este proyecto, 21 en Madrid, que inauguran mañana, y 7 en la ciudad condal, que lo harán el próximo viernes 12 de abril. La idea de expansión se traslada, además, a los comisarios invitados a esta edición. Propuestas vemos, entre otros, del mexicano Pablo León de la Barra (en Travesía Cuatro), la holandesa Nathalie Hartjes (José Robles) o el holandés Niekolaas Johannes Lekkerkerk (NoguerasBlanchard). La voluntad es crecer internacionalmente y ahí están puestas las ideas en las ediciones futuras. El trabajo de más de 100 artistas podremos ver entre una ciudad y otra hasta el 28 de mayo. Algunos nombres a los que estar atentos: Elena Bajo en NoguerasBlanchard; Taxio Ardanaz en Raquel Ponce; Pere Llobera en Fúcares; Belén Rodríguez en García Galería; Alex Reynolds en la NEW gallery, Black Tulip en Liebre, Matt Mulican en Projecte SD, Ivan Argote en ADN... Entre varios eventos paralelos a Ja3b, destaca un "premio del público" destinado a la inversión en arte. Si nos preguntábamos qué hacer para fomentar el coleccionismo, ahí tenemos una idea.


¿Cuáles son las ideas que circulan por los cimientos de este proyecto? Las desvelamos con una entrevista a muchas bandas. Una entrevista encadenada con algunos de los participantes de esta edición de Jugada a 3 bandas. Cada uno debe responder a una pregunta por otro planteada y platear una nueva a otro compañero de juego. Empieza El Cultural lanzando una cuestión vital a Hablar en arte, los organizadores en Madrid: ¿Qué sentido tiene un proyecto como éste en un momento como el de ahora?

-Hablar en arte: Ahora más que nunca es fundamental proponer y facilitar conexiones entre diferentes agentes culturales. Jugada a 3 bandas no deja de ser un experimento que provoca nuevas fórmulas de trabajo en colaboración. El resultado, principalmente expositivo, deja entrever el trabajo entre galeristas, comisarios y artistas. Los galeristas rompen su habitual programación para incluir una exposición no conceptualizada desde la propia galería; los comisarios externos trabajan en un contexto no habitual para ellos, con unas características y necesidades diferentes a las que puede tener un museo o centro de arte; y los artistas tienen la oportunidad de entrar en espacios comerciales con los que no tenían contacto previo hasta el momento. Se generan nuevos puntos de vista, diferentes complicidades y se germinan futuras colaboraciones. Además, hoy en día también es necesario volver a pensar, y a veces reformular, los modelos de producción cultural hasta ahora establecidos: la función de la galería, la figura del comisario, el papel del artista más allá de lo creativo... En ese sentido Jugada a 3 bandas también trata de romper la simbólica rigidez individual de cada participante implicado, propiciando el trabajo "mano a mano" entre todos.


-Hablar en arte lanza una pregunta a Norberto Dotor, director de la galería Fúcares, que acoge la exposición Escópico-Esconder(se)-Escapar. ¿Cómo se adapta una galería de arte al momento actual?

-Norberto Dotor: Con la situación del arte que tenemos en España cada día hay que reinventarse. ¿Cómo? A golpe de intuición, lo que mantiene la esencia de una galería. Ahora mismo la magnitud del problema del IVA cultural que tenemos es un gran obstáculo para que las galerías españolas puedan ser fuertes en el contexto internacional. Si a eso añadimos la falta de apoyo al arte español, su falta de interrelación en los programas institucionales y la debilidad del coleccionismo en nuestro país, podemos decir que sí, que cada día hay que seguir sobreviviendo al combate de la reinvención porque casi todo está por hacer.


-Norberto Dotor pregunta a uno de los comisarios más jóvenes, Tiago di Abreu, responsable de la exposición Paralaje que acoge la galería The Goma: ¿Qué se debería hacer para que el arte español desarrolle su función dinamizadora en un panorama casi agónico, como el actual en nuestro país?

-Tiago de Abreu: Creo que se deberían hacer muchos cambios como en el sistema educativo, que es el problema de base. Cambiar el hecho de que las decisiones culturales estén supeditadas a las decisiones del gobierno. Por último, la comunicación entre los actores del ámbito del arte. Por medio del diálogo, de la dialéctica de pregunta y respuesta, de la conexión con el otro. Porque así entramos en un movimiento que desarrolla su propia dinámica hacia un sitio conjunto. Creo que la respuesta siempre se puede encontrar con la unión y el acercamiento al otro.


-Tiago di Abreu le pasa el relevo a Virginia Torrente, comisaria de la exposición En la zona gris, en García Galería: ¿Cuáles son las dificultades para comisariar en una galería?

-Virginia Torrente: Un comisario independiente, acostumbrado a presupuestos acotados y, más o menos, claros cuando trabaja para una institución, es un reto adaptarse a presupuestos más ambiguos y cortos, que son los que maneja una galería. Gastos de transporte, producción y viajes de los artistas se miran con lupa y es normal, especialmente cuando ninguno de los artistas planteados por el comisario en la exposición pertenece a los defendidos, habitualmente, por la galería. E incluyo el caso del mismo comisario. Hay que saber negociar estos gastos. Otro tema, imposible de ampliar bajo ninguna negociación, es el espacio expositivo. Así que, adaptar gastos y medidas espaciales al proyecto curatorial es un buen reto para el comisario. Es una dificultad que debe afrontar y tener en cuenta desde el momento de plantear una exposición en una galería. Ésta abre sus puertas al trabajo del comisario pero con acotaciones. Dentro de su dificultad, son propuestas creativas y positivas para el trabajo del comisario, que siempre debe pensar lo que significa "comisariar en una galería". Un espacio comercial donde la idea del galerista es poder vender la exposición entera.


-Virginia Torrente le traslada a Irene de Andrés, artista participante en la exposición Paisajes de lo sublime en la galería Cámara Oscura. Tu relación con los comisarios de 1er escalón (Isabel Durante, Ana G. Alarcón y Miguel Ángel Hernández), ¿ha sido igual o diferente que en el caso de una expo colectiva planteada en centro de arte o museo?

-Irene de Andrés: La relación ha sido algo distinta en esta exposición. Miguel Ángel Hernández Navarro, componente del colectivo 1er escalón, ya conocía mi trabajo y tenía muy claro lo que quería presentar, Monitoring Landscape, de 2010. En el caso de las exposiciones institucionales, he tenido más libertad para adaptar un proyecto en el espacio, ya que suelen ser lugares más grandes y con otras características. Sin embargo, propuestas como ésta, dentro de Jugada a 3 bandas, también te dan la oportunidad de mostrar otras piezas que tenías escondidas. Otra diferencia es todo lo que rodea a la exposición. En el caso de las galerías es todo más directo, mientras que en la institución todo tiene que pasar por distintos intermediarios y las gestiones necesitan más tiempo.


-Irene de Andrés piensa en otro artista, Pepo Salazar, que vemos en la galería Liebre, para preguntarle: ¿De qué manera afecta a los artistas la fragilidad presupuestaria y la inestabilidad en las instituciones a la hora de proponer exposiciones o lanzar becas y/o ayudas?

-Pepo Salazar: Hay una ruina crónica respecto a la situación del sector cultural que afecta en un bloqueo, imposibilidad y pobreza en el caso de los artistas (el eslabón débil de la cadena), ya que se les imposibilita la planificación, la investigación y la proyección a medio/largo plazo (y por planificación se puede entender también la posibilidad de llenar el frigorífico), además de la imposibilidad de realizar su profesión. Con lo cual la jugada es maestra cuando el panorama es éste: descenso tan drástico para el artista que ningún tipo de recuperación (digamos en 15-20 años) logrará volver a un estadio similar al anterior a la crisis. Esto es, ningún individuo ni organismo podrá disponer (ni en capital económico ni en capital simbólico) de más de la mitad de lo que "ganaba" al menos en unos años (a los hechos me remito) y la gravedad de ello, bajo mi criterio, reside en lo abrasivo del proceso al ser proyectado hacia adelante, ya que dejará un panorama de atraso de al menos 10 años, que si los sumamos a los diversos estancamientos (como por ejemplo los 38 años de guerra civil y dictadura) darían como resultado un atraso global de 48-50 años, medio siglo, sin contar el rezago histórico-consustancial de España. Por lo tanto, los artistas, no podrán desarrollarse profesionalmente ni aportar esa riqueza (giro ético) a su contexto. Y el Estado, tratando de remontar la suma de los atrasos, simple y llanamente quedará fuera del tablero internacional para un periodo presumiblemente amplio.


Crítica visión la de Pepo Salazar. Sus preguntas las lanza al aire para el debate. Carambola sería. ¿Dónde está la responsabilidad de esos agentes privados? ¿En qué y dónde están gastando su dinero?, y ¿si el mercado es tan benigno, que todo lo puede, a qué se está dedicando?, ¿Dónde está "la mano invisible" del sector privado, del mercado, aquella que presuntamente nos podía administrar ecuánimemente, sin la "molestia" del sector público?