4/12/12

El Pais
Galerías de arte: renovarse o morir




Rocío Santa Cruz y Ana Mas en el espacio Ultramarinos de +R, su nuevo proyecto. / GIANLUCA BATTISTA

Tres espacios, dos galerías y un proyecto. Con estas bases nace +R, la nueva aventura que acaban de emprender Ana Mas y Rocío Santa Cruz, conocidas propietarias y directoras de las galerías masART y Raíña Lupa, respectivamente. Mientras el sector de las galerías de arte contemporáneo se hunde en el desánimo tras la derrota contra el IVA cultural, Mas y Santa Cruz han decidido plantarle cara a la crisis, desde una nueva orientación. Un enfoque que se plasma en tres espacios a pie de calle, en la misma manzana de la diminuta calle Sant Eusebi, que abrieron sus puertas ayer con una multitudinaria inauguración, después de que el jueves recibieran a lo largo de todo el día la visita de artistas, coleccionistas y gente del mundo del arte.

Las propietarias de masART y Raiña Lupa se unen para crear el proyecto +R

Alejado, pero no demasiado, del célebre cruce del arte entre las calles de Consell de Cent y Rambla de Catalunya, +R se compone de la Galería (antigua sede de masART), la Nau y el Ultramarinos. El primer espacio se inaugura con un guiño histórico a la Cadaqués surrealista con obras de Duchamp, Hamilton y Alfredo Jaar, que dan paso a artistas de las dos galeristas: Joana Cera, Jordi Mitjà, Alberto Peral y Mar Arza. Destacan unas poéticas piezas conceptuales, sorprendentemente realizadas por Ferran García Sevilla en la década de 1970, antes de dedicarse a sus conocidas pinturas. Es un ejemplo de las piezas que deberían haber conformado la exposición del artista en el Macba, un encargo del entonces director Manuel Borja-Villel, que se anunciaba como el descubrimiento del García Sevilla conceptual. La muestra, que está prevista por 2014, se ha ido postergando por distintos motivos según con quien se hable. "Somos dos mujeres de la misma generación con hijos a cargo y una visión parecida del mundo y la vida, no sólo del arte. Por eso hemos decidido aunar fuerzas para emprender una aventura en común con artistas de nuestra generación", indica Rocío Santa Cruz.

Si no fuera por la cristalera a pie de calle, el segundo espacio, La Nau, podría considerarse el almacén, porque están los peines, las estructuras que permiten guardar muchos cuadros y mostrarlos a los visitantes. También hay una esquina de trabajo con mesa, sillas, libros y ordenador, rodeada por dos intervenciones. Una es de Pamen Pereira, que combina mapas antiguos, libros y elementos biológicos, patas de cangrejo y orquídeas, en una interesante instalación y la otra reúne una serie de esculturas de Pep Durán. "Hay dos acumulaciones de maderas que recuerdan los juguetes de Torres García y una cerámica, que hemos producido para la inauguración de +R. Al artista se le ocurrió cuando en el trastero vio la mesa vintage que ha incorporado a la obra", indica Ana Mas, que después de tantos años de tratar con artistas, ya sabe de sobra que de los accidentes y el azar surgen algunas de las mejores piezas.




"Las galerías catalanas quieren estar cerca del Reina Sofía para que Manuel Borja compre"

El tercero, Ultramarinos, es el espacio de las ediciones y las fotografías, que cuelgan de las paredes de ladrillos a vista, empezando por unas copias de la época de Miserachs, Humberto Rivas, Graciela Iturbide, Vari Carames y dos nuevos fichajes, el catalán Xavi Déu y el gallego Jesús Madriñán, del que también han editado un libro con imágenes muy peculiares, que retratan los personajes de la noche londinense con una cámara a placa de larga exposición, que les otorga una aura antigua.

El renovarse o morir, ya no es sólo un tópico y las dos galeristas no han esperado a que fuera demasiado tarde. "La nuestra es una clara apuesta por Barcelona. Ahora todas las galerías quieren estar en Madrid, apiñadas alrededor del Reina Sofía, para que Manuel Borja [el director del museo madrileño] vaya a visitarlas y a comprar", asegura Santa Cruz, aludiendo a Nogueras y Blanchard, la última de una lista de firmas catalanas que han inaugurado sede en la capital española. Rocío Santa Cruz es gallega y antes de abrir Raíña Lupa en Barcelona en 2002, tuvo una galería en París con el mismo nombre y la misma línea peculiar que explora la edición de libros de artista y obra gráfica original, en el mundo digital. "Raíña Lupa como sello editorial no desaparecerá y continuará su labora desde + R", asegura Santa Cruz.




Peligra la presencia catalana en Arco

Continúan las negociaciones entre las 10 galerías catalanas, que deberían participar en la feria de arte contemporáneo ARCOmadrid el próximo febrero (de la que + R, forma parte), e Ifema, la institución que rige la feria. Deberían, porque las firmas catalanas amenazan con quedarse en casa. Un desplante sin precedentes, que finalmente sería negativo también para ellas, de modo que las negociaciones prosiguen a partir de unos requerimientos mínimos. Las galerías piden mayor flexibilidad económica y la ampliación de un mes del descuento del 10% sobre el precio del stand, que normalmente vence a finales de noviembre. "Yo acabo de llegar de Paris Photo, una feria muy importante, donde había solo dos galerías españolas, Arauna de Madrid y yo. Un aplazamiento me vendría fenomenal, solo se les pide algo de flexibilidad", indica Santa Cruz, aunque no quiere profundizar sobre el tema. Las galerías harán saber su decisión todas juntas, a través de un comunicado, la próxima semana.