7/7/11

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El teniente de alcalde de Cultura y Deportes Fernando Gilet.  MASSUTI
M.ELENA VALLÉS. Diario de Mallorca
Teniente de alcalde de Cultura. En tres semanas ya ha decidido mucho, como relevar a Joan Carles Gomis y a Magdalena Aguiló de las direcciones de las fundaciones Casals d´Art de Palma y Pilar i Joan Miró, respectivamente. Dichos cargos saldrán a concurso público. El concejal aboga asimismo por continuar en Es Baluard con la vía de democratización abierta por Aina Calvo, "que perdió la autoridad moral con la ´digitación´ de Cristina Ros"
Fernando Gilet (Palma, 1972) es nuevo en los lares culturales en cuanto a profesión y estudios, pero afirma tener "sensibilidad" y un "gran sentido humanista" de la vida. Licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, fue director general de Mega Sport (no en vano es también concejal de Deportes). Pero sus últimos diez años de currículum los ha dedicado a la banca. El último despacho que ocupó fue el del director de la oficina de Barclays de Passeig Mallorca. Ahora aterriza en Can Oms, donde ha suprimido altos cargos (de cinco ha pasado a dos) y tres direcciones generales: Política Lingüística, Cultura y Archivos, Bibliotecas y Patrimonio. Para él, en una ciudad como Palma, la cultura no puede desligarse del turismo. Su eslogan.
—¿Qué aspectos va a reforzar en la legislatura: las infraestructuras o la programación?
—No es una legislatura de infraestructuras, sino de programación y redefinición de un proyecto turístico de calidad para Palma, que sea moderno y que vaya más allá de estos cuatro años. Nuestro reto es reactivar la economía y el turismo, que es la principal industria a encauzar. Y la cultura tiene un carácter fundamental para los visitantes y también para el beneficio de nuestros residentes.


—¿Por qué no renueva el contrato a los directores de la Miró y la Fundació Casals d´Art de Palma?
—Las fundaciones son la vanguardia de nuestra acción cultural. Y está claro que estamos en una nueva etapa política que quiere redefinir el proyecto cultural de la ciudad. Para conseguirlo, abrimos el mercado y damos la oportunidad a un nuevo proyecto de dirección artística [tanto para la Miró como para el Solleric y Balaguer] que esté integrado en nuestra idea matriz de lo que tiene que ser la cultura de esta ciudad.
—¿Cómo valora la gestión de Magdalena Miró?
—Llevaba siete años al frente del museo y la verdad es que ha llevado a cabo una gran labor.
—¿Y por eso la botan?
—No le renovamos el contrato. Vuelvo a repetir que buscamos un proyecto de dirección artística que esté integrado en nuestra idea de lo que tiene que ser la cultura de esta ciudad.
—¿Hay que relanzar la figura de Joan Miró?
—La figura de Miró tiene que tener un protagonismo principal. Es un lujo para nuestra ciudad que debemos saber gestionar en beneficio del proyecto de nueva ciudad que buscamos. En el patronato hay miembros de la familia y vamos a tener una actitud dialogante para conseguir este propósito y esta meta.
—Sabe que esto último es difícil, ¿verdad?
—[Hace un gesto afirmativo]. Mi obligación es trabajar y saber gestionar los obstáculos, que son retos. Como bien dicen, los cargos son cargas.
—¿Harán más exposiciones sobre Miró y se llevará a cabo una política de adquisiciones real centrada en él?
—Iremos viendo. De momento no puedo decir más cosas concretas sobre ello.
—¿Cuándo convocarán un concurso público para sustituir a Magdalena Aguiló y Joan Carles Gomis?
—Se han dado ya las instrucciones para elaborar el pliego de condiciones del concurso. Luego pasará por junta de gobierno y lo convocaremos en unas semanas. Ambos concursos para sendas fundaciones estarán resueltos en octubre, máximo noviembre.
—¿Habrá vacío de poder en algún momento en ambas instituciones?
—No. Se pondrán en marcha muy deprisa. Es posible que en algún momento algún funcionario tenga que asumir alguna interinidad para el funcionamiento de los centros, pero sería poco tiempo.
—¿Qué sucederá en Es Baluard con Cristina Ros? ¿La mantendrán hasta febrero de 2012?
—Esta decisión no depende de mí. Yo soy una voz más en un consorcio en el que hay cuatro instituciones. Deberá haber una reunión de comisión de gobierno para decidir lo que usted me comenta.
—¿Cuál es su opinión sobre el devenir del museo en los últimos cuatro años?
—Valoramos la democratización del museo, pero creo que Aina Calvo perdió la autoridad moral con la digitación de Cristina Ros [esto último lo comenta al final de la entrevista].
—Podemos estar tranquilos entonces. ¿Ustedes no tirarán por ahí, no?
—Repito que contemplamos el camino marcado por el nuevo plan museológico del museo en el que se atiende también el concurso público. Es un espíritu que nosotros compartimos.
—¿No volveremos a los tiempos oscuros?
—Repito, abogamos por la democratización. No puedo decirte más.
—Al principio de la entrevista hablaba de turismo cultural, ¿puede concretar con algún ejemplo de actuación?
—Sí, con una actuación inminente: el programa Palma Jueves Noche, según el cual la víspera de fin de semana abrirán los comercios, las galerías de arte y los museos, oferta que se completará con la presencia de música en la ciudad. Habrá cinco o seis actuaciones en vivo en distintos puntos de la ciudad.
—¿ Qué tipo de actuaciones?
—Conciertos de grupos amateurs, de momento.
—Con todos los respetos, pero para sacar a la gente a la calle hay que programar fuerte.
—La calidad no está reñida ni con lo amateur ni con la presencia de la cultura en la calle. Ésta es una oferta que no es excluyente de otras. Pero en la situación económica que estamos, hemos de actuar con mucha imaginación.
—¿Sabe ya de qué presupuesto va a disponer?
—No aún. En estos momentos estamos trabajando en él. Lo que sí ya conocemos es el estado actual de las cuentas y la verdad es que están peor de lo que esperábamos.
—¿Qué papel ocupará el Casal Balaguer en la ciudad?
—El Casal Balaguer es de una prioridad cultural determinante. Estamos en la segunda fase de las obras. Palma va a tener un museo maravilloso.
—¿Qué albergará el Balaguer?
—La dirección artística de la Fundació Casals d´Art nos dirá qué contenidos deberán ir en este centro. Nuestra idea es ofrecer una ruta de centros de arte que va desde el Gran Hotel, pasando por el Balaguer, el Casal Solleric y Es Baluard.
—Pero CaixaFòrum es privado.
—Sí. Vamos a ir de la mano del sector privado. Vamos a ir de la mano de todos y también de los galeristas, que son los que saben. Vamos a poner voluntad política a fin de que el proyecto que te he comentado tenga vocación de durar más de cuatro años. Queremos sentar unas bases, recuperar la capitalidad de Palma y levantar la vista. Aspiramos a ser un referente cultural nacional e internacional.
—Una ciudad de 400.000 habitantes como Palma tiene ocho teatros. ¿No son muchos?
—El teatro es uno de los contenidos a los que hay que dedicarle más estudio y reflexión en lo que afecta a su oferta actual. Creo en el teatro como un medio para dar alcance a la cultura y a las personas de esta ciudad. Una de las solicitudes que ya he hecho es que haya programación estable en castellano y en catalán en los teatros municipales.
—¿Habrá programación al fin en el Teatre Mar i Terra?
—Vamos a llenar de contenido nuestros teatros y solicitamos a la iniciativa privada y particular que nos ayude a ofrecerlos.
—¿Entregarán algunos teatros a la gestión privada?
—Es compatible y una posibilidad a tener en cuenta que alguna empresa privada gestione un teatro público. No tenemos un concepto patrimonialista con la cultura. No queremos hacer política con la cultura.
—Vayamos al Castell de Bellver, ¿no se merece Palma un Museu de la Ciutat más digno?
—El Castell de Bellver tiene una dimensión como edificio de gran valor patrimonial y es un gran referente turístico. Su gestión debe tener en cuenta estos dos criterios. Antes de tomar otras decisiones, es fundamental finalizar las obras del centro de recepción de visitantes. Poco a poco iremos haciendo cosas e iremos definiendo los usos.
—¿En qué punto está la recuperación de Can Serra?
—Can Serra o las Torres del Temple son decisiones que afectan también a la Comisión de Centro Histórico. La conservación y la difusión del patrimonio histórico están también en nuestro proyecto de futuro de Palma. Pero de momento no son una prioridad las infraestructuras. Lo que habrá que hacer es conservar todo esto para que no decaiga.
—Es común escuchar entre los ciudadanos: "En Palma nunca pasa nada". ¿Hay problemas con la difusión de las actividades? ¿Por qué no hay aún una página web común con toda la oferta cultural de la ciudad?
—Ésta es otra prioridad para nosotros. Vamos a gestionar y coordinar para que la oferta esté integrada y tenga alcance a nivel local, nacional e internacional. Esto pasa por reforzar la publicidad y el uso de las nuevas tecnologías.
—¿Ha reducido altos cargos en su concejalía?
—Hemos suprimido varias direcciones generales: Política Lingüística, Cultura, Archivos, Bibliotecas y Patrimonio. Hemos pasado de cinco altos cargos a dos. Y uno de ellos, el de María José Massot, supone la amortización de una plaza de funcionario del Arxiu. Con la eliminación de Política Lingüística hemos podido redireccionar 368.000 euros destinados al servicio de dinamizadores lingüísticos, cumpliendo así con el compromiso electoral que hicimos. Lo de los dinamizadores no supone un servicio de prioridad visto el contexto económico actual. Nuestra sorpresa llegó cuando nos encontramos en el servicio de dinamizadores a distintos candidatos del PSM a las últimas elecciones municipales.
—¿Va a mantener el Consell Municipal de Cultura?
—Sí. Lo voy a mantener como fuente de asesoramiento para ciclos de programación muy específicos. No serán las mismas personas que ahora, pero invitaremos al sector para que nos den ideas. Quiero que el Consell Municipal sea un comité de expertos que tenga una utilidad real. Piensa que no tengo cargos de confianza y necesito apoyarme en la sociedad civil.
—¿Va a recuperar el castellano para los Premis Ciutat de Palma?
—Sí. Era un compromiso electoral. Recuperamos en concreto el Rubén Darío de Poesía en castellano y el Camilo José Cela de Novela. Mantenemos los que eran en lengua catalana.
—¿Y perderemos alguno por el camino?
—Habrá una reestructuración de algunos de ellos. Es posible que varios pasen a ser bianuales. Aún estamos trabajando en ello.
—¿Qué hará con el programa veraniego Palma Nit a Nit?
—Continúa. Mañana [por hoy] doy a conocer la oferta de verano, que se ha tenido que retrasar debido a unos desajustes presupuestarios. Le hemos cambiado el nombre al programa. Será a partir de ahora Vive el verano-Viu l´estiu.
—¿Cómo va a ser ese apoyo a los galeristas que ya anunció en PalmaPhoto?
—Vamos de la mano de ellos. Los galeristas saben de cultura. Nuestra decisión es previamente escuchar. Ellos son nuestros aliados culturales. Tendremos que ajustarnos al presupuesto que tengamos para ayudarles en sus iniciativas. El caso es que se ha recuperado una sintonía con ellos que era necesaria.
—¿Está de acuerdo con el regreso a Palma de la feria Art Cologne?
—Todo lo que sea conseguir que vengan visitantes a la ciudad es susceptible de nuestro interés.
—Por último, usted no viene del mundo de la cultura. ¿Por qué le habrán confiado este área?
—No me gusta hablar de mí, pero supongo que porque tengo sensibilidad y un gran sentido humanista de la vida.