Distracción virtual
En la muestra actual en El Hotel, voy a presentar tres técnicas, con las que suelo trabajar últimamente: “pics from pics”, “real overlay” y “distorsion”. He empezado en mi juventud de hacer experimentos con mi camera. La causa de mis experimentos con la fotografía de distorsión en concreto ha sido la tranvía del transporte público en mi ciudad natal de Hamburgo. Más concretamente, la línea de tranvía N° 11, que pasaba en la carretera en frente, y bajo ciertas condiciones climáticas, en la sala de estar por detrás, la imagen en la pantalla del televisor salió distorsionada. Estos disturbios provocaron agresiones entre los hombres aficionados al fútbol, durante las transmisiones importantes de la liga o de los partidos del campeonato del mundo, pero despertaron en mí unas indefectibles ganas de exploración estética. He tenido a una cámara propia desde el año 1962, y no recuerdo exactamente cuando hice las primeras pruebas de fotos distorsionadas, pero si que puedo recordar que he reconocido con rapidez el retrato (por ejemplo, de los presentadores de noticias o de otros locutores) como un motivo de distorsión ideal. He cogido como “modelo” una foto grande de Marilyn Monroe, para trabajar sobre este efecto, y se muestra dos imágenes iluminadas y una imprimida en aluminio en El Hotel.
La técnica “pics from pics” se reduce a la captura de detalles de fotos pequeñas, manipulando las con iluminaciones poco habituales, proyectando estas en escenarios con personas, y tomar de nuevo fotos de estas imágenes. La técnica “real overlay” consiste en capas reales de transparencias fotografiadas con contraluz. Para dar vista a estas técnicas estoy empleando la última generación de impresoras del “direct-print”, imprimiendo con un efecto muy parecido a la serigrafía tradicional, pero en digital, y sobre medios contemporáneos, en vez del papel fotográfico de siempre. Esto distingue mi obra por completo de la fotografía convencional, porque no es mi meta ofrecer fotos en una presentación distinta, sino radicar el uso de una camera digital, hasta el punto de pintar con ella. De este modo mis intervenciones en el ordenador se reducen a un mínimo, cambiando sobre todo tonalidades y contrastes. Entonces elementos gráficos muy reales se convierten en distracción virtual, tal como lo conocemos desde el arte clásico, pero hoy lo sale del ordenador.
A finales del siglo pasado se presentaron por primera vez obras artísticas, en las que aceptaban el mundo tecnológico moderno, no sólo como un hecho, pero aún más integrado en la expresión estética. Esta actitud se reconoció muy claramente y como inicial en las pinturas de los cubistas. Ahora, cien años después, se ha hecho el mismo paso, que se expresó una vez por los pintores con sus pinceles, pero tomado por una cámara digital. Así la fotografía de distorsión marca en paralelo un igualmente importante paso, en la historia del arte y en la historia de la fotografía, tal como se terminó en su tiempo en la pintura, a partir de unas imágenes modernas pero aún tradicionales, hacia el cubismo. Entonces, medio siglo después de mis primeros intentos, estoy contento de poder presentar ahora resultados visuales satisfactorios de mis investigaciones. Se demuestra: el arte de la informática no existe, porque la electrónica está ahí, pero que los equipos modernos permiten seguir lo que se inició sin ellos y sus logros, ya que sin ordenador la fotografía digital sería impensable.
La digitalización nos anima a aceptar otras, distintas informaciones y puntos de vista. Un mundo nuevo e infinito de "disonancia cognitiva" está disponible para ayudarnos a disgustar algunos cuidadosamente elaboradas estructuras de creencias, que mantienen las puertas cerradas a nuestro futuro. Es por eso que la fotografía digital no sólo debe ser simplemente fotografía tradicional con una cámara digital - no: tiene que ser experimentada como algo completamente nuevo. La aplicación de la imaginación hacia unas imágenes del futuro, requiere un entorno en el que yuxtaposiciones e ideas nuevas puedan expresarse libremente antes de ser críticamente cernidas.
En el año 1976 Ion Pascadi escribió en la Revista Rumana: "Los medios de comunicación modernos no se pueden quedar aislados de la influencia que transmiten, la visión de una civilización en imágenes múltiples provoca la creación de una nueva sensibilidad, la electrónica y la cibernética no sólo están cambiando el carácter de las obras de arte, sino a veces incluso su existencia, y los ordenadores nos abren perspectivas aún más inesperados, no sólo para la reproducción de las imágenes ya existentes, sino también para poder lograr a otras nuevas creaciones ". La creatividad se muestra aquí como un fenómeno obviamente no lineal, en cualquier momento capaz de dar luz a la innovación real en el arte contemporáneo, aunque esta probabilidad disminuye cada vez más. La estética de nuestro tiempo surge de un potencial cualitativa mente y cuantitativa mente mucho mas amplio, y penetra más profundamente en la sociedad entera, de una manera que con anterioridad no se ha podido observar. La evolución nos lleva por un estado intermedio de cierta libertad estética.