15/1/13


Georgina Sas



Después de Foucault, Baudrillard o Guattari, el filósofo y urbanista francés Paul Virilio ha quedado como exponente de una generación rebelde y crítica, empeñado en explicar al mundo contemporáneo, en clave apocalíptica, ciertos temores de la vida.

Ya en la década de los 50 la gente empezó a tener miedo de la llegada del fin del mundo, moviéndose entre la desmoralización nuclear y el apresuramiento por la supervivencia. Sin ir más lejos, el calendario maya es otro ejemplo de que la astrología siempre ha ido acompañada de predicciones catastróficas. Ya el dios del Antiguo Testamento inundó el mundo para castigar el ser humano, sólo salvó al profeta Noé, a su familia y a los animales.

La obra de Luís Maraver (Sevilla, 1957) ha crecido, de esos cuadernos de viajes,
donde manda con total autonomía el instante y el tiempo condensado en esencias procesuales, el artista propone un acercamiento a la naturaleza, la verdadera materia prima de estos trabajos. Una propuesta cúmulo de evocaciones poéticas que inspiran éxodo, desarraigo, pero también anhelo. La figura humana sigue transitando en sus obras pero se nota en ella mayor densidad de la materia (uso de espuma a modo de lienzo) y espacios más diáfanos. A partir de objetos encontrados en la naturaleza, la obra adquiere parte de carácter de las montañas, de los bosques o del barro, de ahí esa monocromía. Una afinidad que en esta época en la que nos ha tocado vivir, conquistada por simulacros y virtualidades, parece haberse roto de manera definitiva.

El diálogo entre lo cultural y lo natural se establece a través de unas propuestas; unas acotadas espacialmente en un territorio propiamente escultórico, dibujos que permiten a Luís Maraver tener una mirada espontanea y referencial a modo de notas de ciertos aspectos fugaces, y la pintura, un hecho real que recoge formas elementales características en su creación. El artista alemán Anselm Kiefer afirma que las estrellas son trozos de la memoria que encuentra su camino en el cuadro. Ante nuestra realidad, será el Arca nuestra esperanza, más que las estrellas.

Luís Maraver. El viatge imaginari

Galeria Fran Reus
Concepció, 6 (Palma)
Hasta el 12 de febrero

Crítica de Arte. Diario de Mallorca (14/01/2013)