16/9/12



Notícia a menorca.info.

El escritor Pau Faner suscitó ayer las carcajadas del público con su breve y divertida intervención en las Converses Literàries que se iniciaron el viernes en el incomparable marco del hotel Barceló Formentor. Presentado por su colega mallorquín Gabriel Janer Manila, como "un caso aparte", y en compañía de Fernando Savater y Olga Merino, el novelista ciutadellenc expuso su personalísima visión sobre "Pícaros, bufones y rufianes: entre el Lazarillo, Falstaff y Sancho Panza", el tema de su tertulia.

Un total de doscientas cuarenta y dos personas, mujeres por abrumadora mayoría, están inscritas como público de estas quintas Converses Literàries de Formentor que en esta edición, que concluye hoy domingo, buscan reflexionar sobre los personajes literarios.

Como señala Basilio Baltasar, director de la Fundación Santillana, una de las organizadoras del evento, las criaturas de las novelas "han sobrevivido a sus autores y hecho un largo camino desde los remotos tiempos de su invención. Edipo y Ulises, por ejemplo, nos han acompañado a lo largo de los siglos y no parece que su ejemplo vaya a desfallecer. De generación en generación su figura estimula la imaginación de los lectores y confiere a su vida un significado más alentador del que tendría si se las hubieran tenido que arreglar solos y por su cuenta. Los grandes personajes literarios han llegado a tener sobre nosotros una poderosa influencia".

La costa norte mallorquina anda pues estos días poblada de estas gentes un tanto raras que corren por las novelas y que, sin embargo nos acompañan a lo largo de la vida y la lectura. Por allí andan Helena de Troya y Madame Bovary, en compañía de Ulises, Don Quijote, el capitán Ahab. Y entre ellos se encuentran escritores como Jesús Ferrero, Carlos García Gual, Cristina Fernández Cubas, Ana Maria Moix, Carme Riera y Marta Sanz, entre otros, que tratan de explicarse por qué nos gustan tanto esos seres de ficción cuyos fantasmas internos, como dice Umberto Eco, llegamos a conocer mejor que a los de nuestros familiares más cercanos.

Entre tanto ente real y de ficción, no es raro que el "caso aparte" anduviese algo confundido y contara que la noche del sábado se despertara de un largo sueño poblado de pícaros, bufones y rufianes. Pau Faner dijo que quizás se debiera a la opulenta cena pero creyó despertar sintiendo un estudiante de veinte años que al día siguiente va a examinarse de la picaresca. Sin embargo, se miró al espejo y vio allí un hombre de más de sesenta años.

En el divertido episodio onírico que relató entre las risas del público, el autor de "El cant de l'Alosa", se encontró en su cama junto al Lazarillo, Sancho Panza y muchos otros de su misma calaña. También estaba Falstaff, el personaje creado por Shakespeare, pero encarnado por el barítono de mi pueblo, llamado Joan Pons.

En su pesadilla nocturna, Pau Faner se encontró también con Quevedo y Góngora quienes le invitaron a saltar por encima de un pino de Formentor. El escritor, según dijo, fracasó en su intento, pero se ganó los aplausos y las carcajadas del público que premiaron su picaresca intervención.

Sin perder el tono humorístico, pero con algo más de seriedad Olga Merino y Fernando Savater dieron su propia visión sobre el tema del debate. La primera contó muy brevemente la terrible situación en que se encontraba España cuando surgió la novela picaresca en la que los hidalgos rechazaban los trabajos manuales y el resto de la gente también prefería comer sin trabajar.

Savater habló en su intervención del humor y contó que está en el origen de la Literatura, recordando que Vladimir Nabokov decía que ésta surgió cuando un pastor hizo creer a los habitantes de su pueblo que venía el lobo, cuando eso era mentira.

En el turno del público, varias personas compararon la situación actual con los tiempos que describen Lázaro de Tormes y El Buscón y lamentaron la impunidad que parecen disfrutar los corruptos y los principales culpables de la crisis.

Una crisis que aprieta pero no ahoga porque aún es posible que gracias al patrocinio del Govern balear, Barceló Formentor y la Fundación Santillana, quede aún espacio para interesantes debates culturales y continuar aquella iniciativa que se celebró por primera vez en mayo de 1959 emprendida por Camilo José Cela y que originalmente estaban dedicadas a la poesía.

Han pasado más de cincuenta años, pero la literatura y sus personajes nos siguen dando que hablar.