El arte de la crisis. Fernando de Lama
El cierre de la galería Van der Voort, hace como un siglo, dejó un vacío en los espacios para el arte en Ibiza que no se ha vuelto a llenar. Parece mentira que un sitio tan pequeño haya podido dejar un hueco tan grande. La crisis económica de los últimos años ha hecho que el agujero se amplíe cada vez más. Las galerías han ido cerrando una detrás de otra porque nadie puede mantener un negocio en el que no se vende ni una escoba. Las que quedan se mantienen casi del aire y van montando exposiciones con lo que se encuentran. Que un artista de cierto nombre de fuera de la isla abra una exposición en Ibiza es hoy un hecho extraordinario, casi inconcebible. No hay circuito de galerías porque no hay una ruta. Las instituciones han dejado de apostar por el arte porque, al parecer, no les interesa el viajero al que atrae. No es bienvenido. Ahora cierra la sala de cultura de S´Alamera y el Consell abrirá otra, o no, que pasará igualmente con algo de gloria y mucha más pena por la historia del arte pitiuso. Las cajas han dimitido. El renovado MACE tampoco puede ejercer de proa con un presupuesto que debe dar a duras penas para pagar el salario de los trabajadores. El arte es hoy en Ibiza un espacio en blanco.
