Alfred Lichter, en su taller mallorquín de Alaró. La imagen es de octubre de 2011. b. noguera |
El pintor y escultor alemán falleció el pasado jueves en su domicilio mallorquín, isla en la que residía desde hace tres décadas
V. SÁNCHEZ/L. VILLAR/ EFE. PALMA Había tardado toda una vida en encontrar su estilo porque no buscaba una carrera ni anhelaba el éxito. "Yo busco el arte". Y aunque el expresionismo le abrió "las ventanas de los sueños", su obra transitó desde épocas más figurativas a otras más abstractas. Fue al cumplir los 94 años, y en una entrevista concedida a este diario, cuando por fin desveló su inspiración. "He hallado lo más importante: la casualidad, porque quizás la casualidad es la lógica de Dios, como dijo Georges Bernanos. De todos modos, siempre tuve claro que el cuadro no era importante, solo era un vehículo para entrar en otro mundo. Y la casualidad sorprende al artista, siempre". Alfred Lichter, polifacético artista alemán, falleció el pasado jueves en su casa de Alaró a los 95 años. Hasta horas antes de su fallecimiento, el artista, que concibió gran parte de su obra en Mallorca, se mantuvo activo.
La muerte de Lichter ha causado una gran consternación en el mundo de la cultura y en sus círculos de amigos mallorquines y alemanes que ya han transmitido el pésame a su esposa Gabriele Lichter, y al resto de familiares de un pintor y escultor que llevaba más de tres décadas residiendo en la isla, donde llegó en busca de un buen clima. "Con mi mujer viajé mucho por todo el mundo, pero Mallorca nos gustó especialmente y, además, los isleños son muy tolerantes y simpáticos con las personas que vienen de fuera", contó a DIARIO de MALLORCA en abril del año 2008.
Esa buena relación con el archipiélago se vería plasmada en una de sus exposiciones más recientes, What a wonderful world, donde sorprendió con su tono optimista. "La isla ha enriquecido mi paleta de colores; nunca hubieran sido tan radiantes en Alemania", reconocía en la inauguración de la misma en el centro de arte Addaya de Alaró, en mayo de 2004.
Desde sus incipientes estudios en la Escuela Superior Gráfica y en la Academia de las Artes de Berlín o sus estudios con Max Kaus, el recorrido de Alfred Lichter (Chorzóv, Polonia, 1917 - Alaró, 2012) ha congeniado con diferentes movimientos, hasta encontrar su propio camino con el cambio de siglo.
Especialmente comentadas han sido sus esculturas en poliuretano. Su serie más conocida es Capriccio, expuesta por primera vez en 2006, una de las más extensas y fundamental en la última etapa de su carrera por suponer su alejamiento definitivo de la figuración para seguir su búsqueda en la abstracción.
Otras series destacables son Windows, Spuren, Cartas a Godot, Punktbilder, Strukturen o Monochrom.
Alfred Lichter, "pintor y escultor inquieto e incansable en la búsqueda de la esencia del arte", se encontraba trabajando hasta el momento de su muerte sobre su nueva creación pictórica, unos juegos de manchas y trazos en policromía de fuerte impacto visual en gran formato, con "el personal y característico pulso que ha marcado gran parte de su obra", señaló ayer mediante un comunicado la fundación que lleva su nombre.
El artista y sus colaboradores estaban además ultimando la organización de una exposición colectiva con obras de Lichter y varios artistas mallorquines, un proyecto que seguirá adelante, según la fundación que agradeció ayer las muestras de pésame recibidas.
El pasado marzo fue inaugurada la Fundació Lichter Alaró, situada en una antigua fábrica de zapatos de la localidad del Raiguer y creada con la intención de dar a conocer su trayectoria. Un sueño hecho realidad, tal y como el propio Lichter expresó en la última entrevista otorgada a este periódico en octubre del pasado año. "Llega un día en la vida en la que te preguntas qué pasará con mis obras cuando yo no éste. Así que, junto a mi familia y un coleccionista hemos podido llevar el proyecto adelante. Mi deseo es que la fundación viva muchos años para alegría de mucha gente. Además, los beneficios irán destinados a una ONG que lucha contra la hambruna infantil en el mundo", afirmó.
Presidida por Bernd Pederzani, la entidad cultural es depositaria en la actualidad de cerca de un millar de obras de Lichter.
Por expreso deseo del artista con motivo de su 95 cumpleaños, la fundación que lleva su nombre y el Ayuntamiento de Alaró convocaron recientemente un concurso de pintura y dibujo para niños de preescolar en Mallorca, que concluirá el 2 de diciembre con una fiesta en la sede de la fundación para conocer a los ganadores.
Mañana lunes, a las 20 horas, se oficiará en la iglesia de Alaró una misa en su honor.