diario de mallorca
Georgina Sas Uddin Attar, poeta y místico persa, musulmán sufí que vivió hace ocho siglos en Nishapur, hoy ciudad de Irán, escribió El coloquio de los pájaros, una historia escrita en lenguaje poético, considerado por la mística sufí como el único modo de comunicar lo inexpresable.
Isabela Lleó (Madrid, 1962) se inspira en el poema sufí para presentar sus propuestas y celebrar el primer aniversario de la galería pollensina Espai d´Art 32, con un conjunto de esculturas, pinturas y xilografías en papel de arroz, repletas de esponjas, agua, laberintos y organismos unicelulares. Un mundo inspirado en la naturaleza, al igual que su escultura, volúmenes que, en su solidez inmóvil, emiten un movimiento casi imperceptible. Unos bloques de materia que tienden a las formas ovaladas y que, observados de cerca, insinúan perfiles que el ojo humano puede percibir desde sus patrones tantas veces repetidos. Formas con una cierta aura, como si la materia estuviese en tránsito, le fuese difícil fijarse al pedestal.
Las xilografías poseen un carácter marcadamente orgánico, Isabela Lleó los presenta como auténticos escudos contra el horror vacui y paradigma de un territorio mental propio, de un mundo particular, de una cosmogonía sufí donde el universo es un inmenso océano de amor, una energía vital que invade todos los cuerpos.
Frantisek Kupka decía que la pintura para ser arte debía ofrecerse como una concepción poética, y es que este artista al igual que Delaunay, Kandinsky o Duchamp se interesó por el pensamiento científico, filosófico y místico de los primeros años del siglo XX para alcanzar la "pintura pura". Ese uso libre de la forma y el color de acuerdo con la fuerza interior y las energías humanas. Espiritualidad, al fin y al cabo, es la mayéutica de la escultura, el poder de proporcionar la verdad que está oculta en el interior de uno mismo.
quieta y mirando a los ojos a miles y miles de visitantes, impulsada por la pasión y la audacia. Mi admiración más inmensa.
Georgina Sas Uddin Attar, poeta y místico persa, musulmán sufí que vivió hace ocho siglos en Nishapur, hoy ciudad de Irán, escribió El coloquio de los pájaros, una historia escrita en lenguaje poético, considerado por la mística sufí como el único modo de comunicar lo inexpresable.
Isabela Lleó (Madrid, 1962) se inspira en el poema sufí para presentar sus propuestas y celebrar el primer aniversario de la galería pollensina Espai d´Art 32, con un conjunto de esculturas, pinturas y xilografías en papel de arroz, repletas de esponjas, agua, laberintos y organismos unicelulares. Un mundo inspirado en la naturaleza, al igual que su escultura, volúmenes que, en su solidez inmóvil, emiten un movimiento casi imperceptible. Unos bloques de materia que tienden a las formas ovaladas y que, observados de cerca, insinúan perfiles que el ojo humano puede percibir desde sus patrones tantas veces repetidos. Formas con una cierta aura, como si la materia estuviese en tránsito, le fuese difícil fijarse al pedestal.
Las xilografías poseen un carácter marcadamente orgánico, Isabela Lleó los presenta como auténticos escudos contra el horror vacui y paradigma de un territorio mental propio, de un mundo particular, de una cosmogonía sufí donde el universo es un inmenso océano de amor, una energía vital que invade todos los cuerpos.
Frantisek Kupka decía que la pintura para ser arte debía ofrecerse como una concepción poética, y es que este artista al igual que Delaunay, Kandinsky o Duchamp se interesó por el pensamiento científico, filosófico y místico de los primeros años del siglo XX para alcanzar la "pintura pura". Ese uso libre de la forma y el color de acuerdo con la fuerza interior y las energías humanas. Espiritualidad, al fin y al cabo, es la mayéutica de la escultura, el poder de proporcionar la verdad que está oculta en el interior de uno mismo.
quieta y mirando a los ojos a miles y miles de visitantes, impulsada por la pasión y la audacia. Mi admiración más inmensa.