7/12/12

Accaib


Bernardí Roig – La Llotja
Gómezdelacuesta

Se apagaron los neones, se acabó lo que se daba. Casi seis meses después y tras cientos de miles de pisadas, los 1.870 retratos que componen la intervención ideada por Bernardí Roig se despiden de La Llotja. Ahora toca repartir las imágenes entre todas esas personas, casi dos mil, que decidieron prestarse a colaborar en el excelente proyecto dirigido por Joan Carles Gomis. Sin duda merece la pena tener La Llotja abierta, nos lo merecemos los mallorquines y se lo merecen los que nos visitan, y sin duda merece la pena vincularla a propuestas de arte contemporáneo como ésta, nos lo merecemos todos: más de 225.000 visitas así lo acreditan.

La confluencia era idónea: un lugar extraordinario y un creador que entendió perfectamente que la calidad y la potencia de su propuesta no tiene que entrar en conflicto con el espacio que la alberga, un suelo uniformemente ocupado, unos neones y unas esculturas, así lo entendió y así lo hizo, así sea. E hizo más cosas: implicó a la gente, implicó al público, y demostró que el arte contemporáneo puede tener tantos niveles de lectura como se ofrezcan y que, en función de esos registros, se llega a más o menos personas. Y también el concepto desarrollado: el gesto deliberado de los modelos, la disposición del retrato en el piso, al alcance de suelas y de tacones afilados, el video cenital grabando a la gente en esa extraña liturgia de buscar su imagen, los tiempos que corren, la crisis, los egos y la candidez con la que, en ocasiones, todos nos prestamos a los más extraños juegos.

El año que viene más, Tony Cragg será el próximo, nada más y nada menos, un proyecto donde, de nuevo, el propio y singular espacio de La Llotja tendrá un protagonismo propio, un proyecto donde las columnas, tanto las de uno, el artista, como las del otro, el lugar, cogerán peso. Junio es la fecha, esperaremos.

*Publicado en la revista Youthing nº475 de 30 de noviembre de 2012.