Artistas, comisarios y responsables del proyecto. M. Garau |
Diario de Mallorca - m. cañellas. palma
Espacio de creación, intercambio de experiencias en una interacción artística propia y colectiva, a modo de red conectora del arte exterior. Estas son algunas de las premisas de La Fundació Palma Espai d'Art de Sant Jeroni, que ha abierto sus puertas a los primeros huéspedes, jóvenes impulsores de un espíritu artístico fresco y arrollador. Desde hace un mes conviven unos con otros en su propio imaginario creativo para convertir la ciudad en escenario del arte que ahora modelan en este taller experimental y efímero, en coordinación con Fernando Gómez de la Cuesta y Pau Waelder, comisarios del proyecto.
Marcos Cuesta, Théotime Gerber, Iván Izquierdo y Santiago Morilla han sido seleccionados en el marco del programa CRIDA, impulsado por el Ayuntamiento, para realizar un stage de siete semanas.
Durante este tiempo desarrollarán su particular proyecto artístico, del que harán partícipes a la ciudad en un intercambio de arte urbano que previsiblemente tendrá lugar el próximo 17 de junio en los alrededores de Porta des Camp. Es un proceso conjunto pero individualizado en el que los jóvenes artistas llevan varias semanas trabajando. Ayer mostraron su "working progres –el proceso creativo–, aquello que el público que nunca ve "porque siempre observamos el producto final", detalla Gómez de la Cuesta. Su obra carece de conexiones en las formas pero trabajan en un proyecto común. Marcos Cuesta toma objetos industriales y desechos que recicla para reinventarlos en clave artística y lanzar un mensaje de reflexión, con un algún punto de crítica política. Santiago Morillo, por su parte, presenta un discurso artístico heterogéneo al suyo. Durante su estancia en Palma ha tomado como base un proyecto anterior en el que trabaja la cera en un proceso aleatorio que culmina en formas irregulares que convierte en máscaras para invitar al espectador a la reflexión. Su creación tendrá continuidad a nivel urbano en un mural que está desarrollando en un espacio cercano al Teatre Xesc Forteza. Junto a él, Ivan Izquierdo abre nuevos caminos creativos tomando el canibalismo como premisa. Su proyecto se basa en una serie de bocetos de cabezas, trofeos de los luchadores, y que ahora traslada, por influencia de Santiago Morillo, a un soporte digital. Entre ellos se reconocen los rostros de personajes como Berlusconi, Godard, Sadam Hussein.... Mientras, Théotime Gerber plantea la descontextualización del símbolo que extrapola a campos y soportes diversos para anular su valor como elemento único e introducir nuevos lenguajes. El resultado de su experiencia podrá verse en unas semanas, cuando tomen la ciudad como telón de fondo de su arte.