13/5/11

21:40
Compartiendo experiencias 
Con este artículo proponemos una nueva sección. Invitamos a todos los socios a enviar comentarios de sus experiencias a fin de compartir información que nos ayude a todos en el ejercicio profesional.
Angel Pascual Rodrigo
Hablar de aciertos y buenas prácticas es siempre más efectivo y agradable que denunciar casos contrarios.
Por ello me parece oportuno dar la buena noticia de que en el desarrollo del proyecto de mi exposición en el Faro Mayor de Santander se han cumplido de modo ejemplar las Buenas Prácticas que defendemos las asociaciones de artistas visuales.
Resulta también oportuno comentar el propio Centro de Arte y la colección que alberga, porque considero ambas cosas excepcionalmente modélicas desde diversas perspectivas. Veamos:

Los creadores de esa colección son Eduardo Sanz e Isabel Villar, dos referentes significativos como artistas.
Para su creación no siguieron el criterio de las colecciones clónicas que se han creado en los últimos años, no se han dedicado a completar otro álbum más de esos “20 principales” que se van estableciendo tópicamente en base a discutibles juegos de marketing (1). No han buscado la firma por la firma, no han descuidado las calidades ni las acotaciones coherentes.
El criterio para la colección y el centro ha estado regido por pautas que merece la pena tomar en cuenta:
1.    Plantea una articulación conceptual en torno a una temática adecuada al 

propio espacio, amena y con amplias posibilidades interpretativas: el faro como entidad física y simbólica. 
2.    El factor de las claves personales ha sido sustancial y confiere un valor añadido de calidez humana. El propio Eduardo Sanz ha recorrido toda la costa española dibujando y pintando todos sus faros con gran diversidad y calidad técnica. A uno le surge la pregunta de cómo le ha podido cundir tanto la vida y ante los magníficos apuntes de los faros de nuestras islas uno no puede dejar de sentir los lazos anímicos que se establecen.
3.    Los demás autores y sus obras han sido cuidadosamente elegidos, aplicando el olfato personal y muchos años de relación en la base con los demás artistas a través de ir siguiendo exposiciones y buscar los contactos personales. De hecho, esta ocasión a servido para contactar a través de mi con un socio de AAVIB a quien Eduardo Sanz admira y buscaba cómo adquirir una obra de él: Max.
4.    El centro huye de la museización engolada gracias a una presentación desenfadada y una interacción entre las obras, con la presencia complementaria de un amplísimo y divertido repertorio de objetos diversos en la propia base del Faro Mayor.
 5.    El centro tiene una continua actividad de exposiciones temporales y de 
remodelaciones de la colección que justifican el ascenso continuo de su cifra de visitantes. Siempre merece la pena una nueva visita porque siempre hay algo nuevo que ver y siempre hay algo que no habíamos llegado a ver suficientemente en anteriores ocasiones.
6.    El logrado sentido de la medida y del equilibrio entre todos los elementos y aspectos es algo que valoro especialmente. No en balde, el Centro está situado en uno de los lugares más emblemáticos de una ciudad que tiene un extraordinario sentido de las proporciones y que ha cuidado especialmente su relación con los elementos naturales y la dimensión humana.

Y sólo ya añadir la mención de otro elemento determinante del buen funcionamiento del Centro: la persona de Carlos Limorti, funcionario del Puerto de Santander —entidad que promovió y mantiene el Centro— que, siendo también artista, aplica su sensibilidad y cordialidad con una dedicación por encima de sus obligaciones. Estas dedicaciones personales —semianónimas a veces— son a menudo las claves para un buen funcionamiento.
Para ver más sobre la exposición y el Centro pulsar aquí.
_______

(1)  Empleo el término marketing en la acepción que se ha convertido común en nuestro medio —como práctica de promoción alejada del valor artístico intrínseco— y no en su acepción original de herramienta de análisis y adecuación entre producto y mercado. Puedo adelantar que estoy preparando una ponencia “arte versus marketing” para desarrollar este tema desde diferentes perspectivas; aportando mis experiencias al respecto, a la luz de mis estudios en la materia hasta titularme en la antigua Escuela de Publicidad en 1972 y mis 40 años de dedicación profesional a la creación artística.