Diario de Mallorca
m. elena vallés palma
Philip Wolf (Palma, 1979) confiesa que siempre ha preferido vivir en pueblos o en barrios periféricos que en el centro de la ciudad. "El crecimiento de las urbes acaba siempre convirtiéndose en algo agresivo, en un depredador que absorbe pequeños elementos característicos y que también destruye a la gente que vive dentro", argumenta el artista que hoy inaugura a las 19.30 horas el proyecto In-Volución en el Espai Lluc Fluxà. La manera de proceder de Philip con este conjunto de nueve pinturas ha sido la comparación o analogía pictórica. En concreto, el artista –diplomado en diseño gráfico– relaciona la voracidad autodestructiva de las ciudades con animales depredadores, atendiendo a todo el proceso vital desde que la bestia o reptil nace del huevo.
Así, la primera obra de la serie muestra un hacinamiento de casas –recuerda a los conjuntos urbanos asiáticos– en forma de huevo, para pasar después a ilustrar el crecimiento atendiendo a animales poco agresivos como una rana o un camaleón para terminar con un cocodrilo –la gran pieza que preside la sala– o una serpiente que se traga el huevo del principio.
Hay que señalar que en la obra del mallorquín salta a la vista la influencia del mundo de la ilustración, volcado en este caso en acrílicos donde dominan los blancos, el negro, el rojo, los naranjas o el granate.
Con este proyecto de nacimiento y evolución de las ciudades (con sus crecimientos y destrucciones correspondientes), el artista juega y reflexionar sobre los términos evolución e involución, u otros pares de contrarios como soledad o hacinamiento.
En cuanto a la técnica, hay que destacar los dos niveles de lectura que proporcionan sus cuadros. La distancia desde la que los observa el espectador provoca que se le revele un cuadro nuevo cada vez que se acerca o se aleja del mismo.
Por último, informar que durante la inauguración Catavinos ofrecerá gratis copas de diferentes caldos.
21/1/13