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El Whitney Museum de Nueva York le dedica su mayor retrospectiva hasta el momento
Nueva York, 25/10/2012
A sus ochenta y ocho años, Richard Artschwager continúa siendo uno de los artistas vivos estadounidenses más vitales, en producción y proyección. Inició su trayectoria en la década de los cincuenta, en 1965 protagonizó su primera muestra individual en la prestigiosa galería de Leo Castelli y un año más tarde expondría por primera vez en el Whitney Museum of American Art, centro que a partir de hoy le dedica su mayor retrospectiva hasta la fecha, una exhibición que en el verano de 2013 podrá verse en el Hammer Museum de Los Ángeles.
Sus trabajos comparten rasgos con el Pop Art, el arte minimalista y el conceptual, pero lo cierto es que no podemos asociarlo tajantemente a ninguna de esas corrientes. A lo largo de su extensa carrera, Artschwager ha explorado de forma constante los límites entre ilusión y realidad y los desafíos de la percepción, moviéndose con soltura entre la fidelidad a los valores formales asociados tradicionalmente a la escultura y la pintura y la celebración del imperio de los mass media como vertebradores de la nueva cultura.
Ha investigado igualmente el inmenso papel de la fotografía en la transformación de nuestra forma de ver el mundo en piezas fácilmente identificables pero a la vez inquietantes por su complicada categorización en estilos y por estar elaboradas con materiales industriales y cotidianos descontextualizados. Artschwager declaró a principios de su carrera que él quería hacer "objetos inútiles"; no sabemos si lo son, pero podemos clasificarlos como inesperados: ocupan los espacios dados habitualmente a la escultura, nos recuerdan a veces a los géneros históricos de la pintura y llaman nuestra atención, ante todo, por su originalidad.
Artschwager nació en 1923 en Washington. Su padre, alemán, era aficionado a la fotografía, y su madre, rusa, fue pintora amateur. Estudió biología, química y matemáticas hasta que fue reclutado como soldado en la II Guerra Mundial. Abandonó el conflicto tras resultar herido en las Ardenas y se trasladó a Nueva York, donde comenzó a trabajar como fotógrafo, y entró en el taller de Ozenfant. Sus primeras obras corresponden a pinturas abstractas y paulatinamente fue prestando mayor interés a la elaboración de muebles por encargo y a piezas surgidas de la conjunción de madera y formica.
Ésta no es la primera retrospectiva que el Whitney Museum brinda a Artschwager: en 1988 le dedicó otra que repasó la primera mitad de su trayectoria.
INFORMACIÓN RELACIONADA
WHITNEY MUSEUM OF AMERICAN ART
945 Madison Avenue at 75th Street
10021 Nueva York
Del 25 de octubre de 2012 al 3 de febrero de 2013
De martes a jueves y sábados y domingos, de 11:00 a 18:00 horas
Viernes, de 13:00 a 21:00 horas
El Whitney Museum de Nueva York le dedica su mayor retrospectiva hasta el momento
Nueva York, 25/10/2012
"Richard Artschwager!"
A sus ochenta y ocho años, Richard Artschwager continúa siendo uno de los artistas vivos estadounidenses más vitales, en producción y proyección. Inició su trayectoria en la década de los cincuenta, en 1965 protagonizó su primera muestra individual en la prestigiosa galería de Leo Castelli y un año más tarde expondría por primera vez en el Whitney Museum of American Art, centro que a partir de hoy le dedica su mayor retrospectiva hasta la fecha, una exhibición que en el verano de 2013 podrá verse en el Hammer Museum de Los Ángeles.
Sus trabajos comparten rasgos con el Pop Art, el arte minimalista y el conceptual, pero lo cierto es que no podemos asociarlo tajantemente a ninguna de esas corrientes. A lo largo de su extensa carrera, Artschwager ha explorado de forma constante los límites entre ilusión y realidad y los desafíos de la percepción, moviéndose con soltura entre la fidelidad a los valores formales asociados tradicionalmente a la escultura y la pintura y la celebración del imperio de los mass media como vertebradores de la nueva cultura.
Ha investigado igualmente el inmenso papel de la fotografía en la transformación de nuestra forma de ver el mundo en piezas fácilmente identificables pero a la vez inquietantes por su complicada categorización en estilos y por estar elaboradas con materiales industriales y cotidianos descontextualizados. Artschwager declaró a principios de su carrera que él quería hacer "objetos inútiles"; no sabemos si lo son, pero podemos clasificarlos como inesperados: ocupan los espacios dados habitualmente a la escultura, nos recuerdan a veces a los géneros históricos de la pintura y llaman nuestra atención, ante todo, por su originalidad.
Artschwager nació en 1923 en Washington. Su padre, alemán, era aficionado a la fotografía, y su madre, rusa, fue pintora amateur. Estudió biología, química y matemáticas hasta que fue reclutado como soldado en la II Guerra Mundial. Abandonó el conflicto tras resultar herido en las Ardenas y se trasladó a Nueva York, donde comenzó a trabajar como fotógrafo, y entró en el taller de Ozenfant. Sus primeras obras corresponden a pinturas abstractas y paulatinamente fue prestando mayor interés a la elaboración de muebles por encargo y a piezas surgidas de la conjunción de madera y formica.
Ésta no es la primera retrospectiva que el Whitney Museum brinda a Artschwager: en 1988 le dedicó otra que repasó la primera mitad de su trayectoria.
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WHITNEY MUSEUM OF AMERICAN ART
945 Madison Avenue at 75th Street
10021 Nueva York
Del 25 de octubre de 2012 al 3 de febrero de 2013
De martes a jueves y sábados y domingos, de 11:00 a 18:00 horas
Viernes, de 13:00 a 21:00 horas