La mujer asegura que su abuela tuvo una relación con el pintor expresionista, y está dispuesta a demostrarlo sometiéndose a una prueba de ADN
La crónica oficial dice que Edvard Munch, célebre autor de «El grito», murió sin vástagos en 1944, pero Janet Weber cree que no es así. La británica sospecha que su abuela, Eva Mudocci, tuvo una aventura con el artista, y se quedó embarazada de mellizos hace un siglo.
Evangeline Hope Muddock, auténtico nombre de Mudocci, fue una violinista conocida a principios del siglo XX. Recorrió Europa ofreciendo conciertos junto a su compañera, la pianista Bella Edwards.. Las dos mujeres estuvieron juntas durante 50 años, pero en diciembre de 1908 Eva tuvo un niño, Kai, y una niña, Isobel, la madre de Janet.
La violinista conoció a Munch en 1903, cuando vivía en París junto a Edwards. Al parecer, el artista quedó impresionado por su personalidad y su oscura belleza, e insistió en hacerle un retrato. La litografía «The Brooch» fue el resultado. Su amistad se mantuvo en el tiempo, y el nacimiento de los mellizos cinco años después –en una clínica privada de Nykøbing Falster, Dinamarca–, hace sospechar sobre el «alcance» de la relación entre ambos artistas.
La supuesta nieta de Munch nunca había hablado públicamente sobre sus posibles vínculos familiares, hasta que un periodista noruego dio con ella. Hace dos semanas, una cadena de televisión del país nórdico emitió un reportaje en el que contaba la historia de Janet Weber y desvelaba la posible paternidad del artista. Elisabeth Munch-Ellingsen, tataranieta del tío del pintor, Petter Andreas Munch, también apareció en el programa, y aseguraba que el asunto le resultaba «divertido», si finalmente se demostraba que era verdad.
Los medios de comunicación noruegos han planteado la cuestión de las pruebas de ADN. Weber está dispuesta a someterse a ellas, y señala que no busca dinero. «No me importa hacer cualquier test», ha dicho la mujer, pero quiere aclarar la historia porque asegura que es «la última persona que la conoce».Los recuerdos de Weber
Los hijos de Eva Mudocci llegaron a Inglaterra en la adolescencia. Kai estudió bajo la batuta del pintor Augustus John, regresó a Dinamarca y en su edad adulta fue hospitalizado en un hospital psiquiátrico. Isobel estudió música y empezó a trabajar en la BBC. Se casó con un banquero suizo y tuvo tres hijos: Bent (79), Sven (fallecido en 2001) y Janet (72), la protagonista de esta historia.
Janet nació en Reino Unido y fue a la escuela del Royal Ballet hasta los 15 años, antes de estudiar teatro. Para sorpresa de sus padres, decidió hacerse monja y ha vivido durante los últimos 40 años en Connecticut (Estados Unidos).
La identidad desconocida de su abuelo siempre rondó su vida familiar. «Mi madre nunca lo supo a ciencia cierta, mi abuela nunca le dijo nada», asegura Weber. «Le hubiera gustado saber quién era su padre, pero era un tema complicado. Podía hablarlo con muy poca gente y en la familia era hasta cierto punto un tabú», continúa la mujer. Weber tiene vagos recuerdos de su abuela. Cuando era niña la visitaba en su casa de Notting Hill. «La casa parecía muy oscura y había montones de artefactos. Ella y Bella estaban cocinando algo y recuerdos olores ácidos y objetos y personas dramáticas».
