A través de Laboral
El próximo 16 de agosto, el Museum of the Moving Image de Nueva York presenta una obra encargada al artista Aram Bartholl que se integra en el propio edificio del museo. DVD Dead Drop es una instalación que consiste en un grabador de DVD que se inserta en la pared exterior del edificio, de tal manera que tan sólo puede verse una estrecha ranura por la que es posible insertar un DVD grabable. Al hacerlo, el dispositivo graba en el disco una exposición de arte digital, una serie de imágenes y/o vídeos, u otros contenidos que serán comisariados cada mes por Bartholl o diversos artistas. DVD Dead Drop supone la continuación de un proyecto de distribución libre de contenidos digitales en los espacios públicos iniciado por Bartholl con memorias USB que eran insertadas en las paredes de los edificios de tal manera que el conector podía introducirse en un ordenador portátil para obtener los datos que contenía o cargar otros nuevos.
En este caso, un sistema de transmisión de datos más físico y en riesgo de quedar obsoleto, el DVD, se opone a la habitual transmisión de datos en la nube y se sitúa no en un lugar cualquiera, sino en un museo, que además no permite grabar datos, sino sólo recibirlos. La pieza de Bartholl sugiere así una crítica al modo de difusión de la cultura por parte de las instituciones, a la vez que proporciona al museo un modo de dar acceso a sus contenidos las 24 horas del día, 365 días al año.
El próximo 16 de agosto, el Museum of the Moving Image de Nueva York presenta una obra encargada al artista Aram Bartholl que se integra en el propio edificio del museo. DVD Dead Drop es una instalación que consiste en un grabador de DVD que se inserta en la pared exterior del edificio, de tal manera que tan sólo puede verse una estrecha ranura por la que es posible insertar un DVD grabable. Al hacerlo, el dispositivo graba en el disco una exposición de arte digital, una serie de imágenes y/o vídeos, u otros contenidos que serán comisariados cada mes por Bartholl o diversos artistas. DVD Dead Drop supone la continuación de un proyecto de distribución libre de contenidos digitales en los espacios públicos iniciado por Bartholl con memorias USB que eran insertadas en las paredes de los edificios de tal manera que el conector podía introducirse en un ordenador portátil para obtener los datos que contenía o cargar otros nuevos.
En este caso, un sistema de transmisión de datos más físico y en riesgo de quedar obsoleto, el DVD, se opone a la habitual transmisión de datos en la nube y se sitúa no en un lugar cualquiera, sino en un museo, que además no permite grabar datos, sino sólo recibirlos. La pieza de Bartholl sugiere así una crítica al modo de difusión de la cultura por parte de las instituciones, a la vez que proporciona al museo un modo de dar acceso a sus contenidos las 24 horas del día, 365 días al año.
